La sección delantera del casco ya ha sido reciclada en los astilleros gibraltareños de Cammell Laird.
El área donde naufragó el buque y el fondo marino de los alrededores ha sido sometido a un extenso análisis y ha sido limpiado con la ayuda de una grúa magnética que se ha encargado de retirar los trozos de chatarra de la carga que se habían desplazado como consecuencia de las corrientes marinas.
Con relación al buque granelero Fedra, el puente y la sección de popa ya fueron retirados y están siendo objetivo de desguace y reciclaje en los astilleros del Peñón.
Próxima fase
la próxima fase de las operaciones de rescate de ambos buques, es la retirada de cualquier pieza de la carga del New Flame y de la sección de popa y sala de máquinas de ambos barcos.
Esta fase de la operación de rescate requiere, tal y como informa el Gobierno gibraltareño, la utilización de equipo de grúa especializado, que será trasladado al Peñón tan pronto como sea posible en vista de la demanda del mercado global. Asimismo se tendrán en cuenta las condiciones meteorológicas para la puesta en marcha de estas operaciones.
El ejecutivo estima que podrían dar comienzo en la próxima primavera o a principios del verano.
Las áreas donde se encuentran ambos naufragios están bajo constante supervisión por parte de la compañía de salvamento Titan Salvage, incluyendo en sus controles el ya poco probable riesgo de vertidos de fuel.
El límite de la zona de exclusión sigue estando en vigor.