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Sevilla

Condenado a 29 años al culpable de matar a una mujer y quemar su cadáver

La Audiencia le condena además a la indemnización de 100.000 euros reclamada por la única hija de la víctima

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  • Primera sesión del juicio con jurado popular en la Audiencia de Sevilla. -

La Audiencia de Sevilla ha condenado a un total de 29 años de prisión al varón juzgado el pasado mes de febrero por un jurado popular, que por unanimidad declaró al mismo culpable de haber matado en julio de 2020 a una mujer de 54 años en una vivienda de la Macarena asfixiándola con una toalla, incendiando después la escena del crimen para "evitar que se descubriese" su papel, según la sentencia difundida por la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y recogida por Europa Press.

La sentencia detalla que tras el juicio celebrado el pasado mes de febrero, el jurado popular declaró probado que el 20 de julio de 2020, Jorge A.G. entró en contacto con la víctima "a través de la página de contactos pasión.com", concertando una cita para tener relaciones sexuales ese mismo día a las 18 horas.

Por "motivos de seguridad", la víctima, de 54 años, le trasladó inicialmente sólo que la vivienda donde tendría lugar el encuentro estaba ubicada en el entorno de la avenida de la Cruz Roja, sin concretar la dirección exacta. "El acusado se desplazó hasta dicha zona con el propósito de mantener relaciones sexuales y de apoderarse de cuantos efectos de valor pudiera hallar en la vivienda", declara probado la Audiencia, que detalla que sobre las 17,50 horas, la mujer facilitó al acusado la calle de la vivienda, pero no el número, que le concretó ya a las 17,57 horas vía WhatsApp.


Ataque "sorpresivo" 

Ya en la vivienda, según se declara probado, el acusado, ya condenado en 2011 por robo con violencia, lesiones y allanamiento, "aprovechando que se encontraba a solas con ella, con la intención de acabar con su vida, para facilitar la sustracción de los objetos que se encontraban en el lugar y garantizar su impunidad, se echó sobre ella y durante la práctica del acto sexual, de forma sorpresiva, la inmovilizó a la altura del tórax con su cuerpo o con alguna parte del mismo para impedir que ésta pudiera defenderse, y colocando una toalla u objeto similar sobre su cuello lo presionó con sus manos con tal fuerza física que llegó a fracturarle la primera costilla de ambos lados, produciéndole la muerte por asfixia mecánica entre las 18,00 y las 18,30 horas".

Después, según se declara probado merced al veredicto de culpabilidad, "se hizo con los dos teléfonos móviles de la víctima, una cartera que contenía la documentación personal de ésta, entre ella su tarjeta de crédito, un ordenador portátil y una lámpara led" y, "con intención de eliminar cualquier vestigio biológico que pudiera asociarlo al lugar de los hechos, antes de abandonar el domicilio recogió la toalla que había usado y la guardó en la mochila".

Además, "prendió fuego en alguna de las dependencias de la vivienda, provocando un incendio que se extendió hasta el colchón donde yacía el cadáver y abandonó la vivienda".

Gastos con la tarjeta 

Hasta su detención al día siguiente, según declara probado la sentencia, "hizo uso de la tarjeta sustraída, fingiendo ser su legítimo titular, un total de 16 ocasiones para abonar distintas compras y consumiciones en distintos establecimientos de hostelería, ascendiendo el importe de lo así gastado, con cargo a la cuenta de la que aquella era titular, a 195,29 euros".

Dado el caso, la Audiencia condena a Jorge A.G., quien en el juicio admitió haber robado a la mujer pero negó haberla matado, a 23 años de prisión por un delito de asesinato; a cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; a un año de prisión por un delito de daños mediante incendio, y al pago de una multa de 540 euros por un delito leve de estafa.

Asimismo, deberá indemnizar con 100.000 euros a la única hija de la fallecida por los daños morales causados y con 195,29 euros por los reintegros efectuados con la tarjeta de crédito de la víctima, mientras que también deberá indemnizar con 10.536,60 euros al propietario de la vivienda por los daños causados en la misma.

Las peticiones de condena 

Al respecto, recordemos que la Fiscalía pedía para él 23 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros dos años de prisión por un delito de daños mediante incendio, (30 años en total) y el pago de una multa de 360 euros por un delito leve continuado de estafa; así como que indemnizase con 60.000 euros a la hija de la víctima en concepto de daño moral y con 10.536,60 euros al propietario de la vivienda por los daños materiales causados.

La acusación particular, ejercida por la única hija de la víctima, reclamaba para el acusado 25 años de prisión por un delito de asesinato; cinco años más de cárcel por un delito de robo con violencia con la agravante de reincidencia; otros tres años de prisión por un delito de daños mediante incendio (33 años en total) y una indemnización de 100.000 euros.

La Audiencia impone 23 años de prisión al acusado por el delito de asesinato "en atención al sufrimiento físico y psíquico de la víctima desde que sufrió la agresión hasta que se produjo el fatal desenlace y a la mayor perversidad que se evidencia en la ejecución de unos hechos planificados con antelación en los que el acusado antepone el beneficio económico particular a cualquier otro valor superior como la vida humana", según la sentencia condenatoria.

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