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El jardín de Bomarzo

El Psoe procesa su renovación

Irene García dio ayer el primer paso en un camino precongresual que la ha de llevar, si la dejan, a la secretaría provincial allá por el mes de julio

El pleno de Diputación de Cádiz ratificó ayer lo que desde aquí se ha venido adelantado sobre el cambio de portavocía en el grupo de diputados socialista, que ayer por unanimidad y previa entrada por registro quedó en manos de la alcaldesa de Sanlúcar, Irene García, que de este modo da el primer paso en un camino precongresual que la ha de llevar, si la dejan, a la secretaría provincial allá por el mes de julio. Y digo si la dejan porque el chavismo representado por Pizarro y Cabaña hace y hará todo lo que en su mano esté por desestabilizar esta opción sabedores de que la pérdida del control del partido en la provincia es el principio de un fin tan largamente anunciado por Sevilla como temido en parte de Cádiz, por eso no es descabellado que aunque su primera opción para el disputado cargo sea impulsar al ex alcalde de Alcalá, Arsenio Cordero, finalmente apuesten ante las escasas opciones de triunfo por alinearse en clave desestabilizadora con esa tercera vía que se ha abierto en torno a Jiménez Barrios, que impulsado por un descolocado Menacho y con el beneplácito de Susana Díaz podría disputarle a García el cargo como máximo dirigente provincial. Distinto será como, llegado el caso, se lo explicarán al propio Griñán si entre unos y otros desbancan a la única candidata que él tiene en mente para el cargo, lo cual intentó dejar claro hace solo unos días en un encuentro privado con Jiménez Barrios donde, entre otras cosas, le vino a explicar que contaba con él en clave de futuro pero no para un puesto que tiene reservado para la alcaldesa de Sanlúcar. ¿Le entendió el ex alcalde de Chiclana? Quizás no quiso.

 

Griñán & Díaz. Porque aunque la apuesta clara de Griñán es Irene García, Díaz, Susana, que sabe medir bien la competencia directa, parece decantarse por esa opción intermedia que representa Barrios y que a nadie gusta ni disgusta demasiado. Ni fú ni fá. Es, como muchos dicen con sorna, un “veterano renovador” al que en su día el partido le nombró delegado del Gobierno en Cádiz con la misiva de romper el poder de Cabaña y que hoy, al igual que otros, se ha quedado al margen en el reparto de poder y eso suele alentar este tipo de movimientos en la búsqueda de reposicionamiento a través de un cargo que dentro de la estructura de este partido tiene peso y al que se accede con muchos apoyos y, a la vez, esquivando muchas balas.

Si la división en Cádiz siempre se ha entendido entre chavistas y griñanistas es ahora en este segundo grupo donde, para diversión de algunos y sorpresa de todos, se abre una vía nueva apoyada por Susana Díaz, que pese a su nuevo y flamante cargo como consejera de Presidencia no parece dispuesta a abandonar sus competencias en lo orgánico en base a manejar el partido en lo que pueda de cara a ese congreso regional a celebrar en Almería donde, salvo sorpresas, Griñán debe ser aclamado como referente y no solo andaluz y a partir del cual pretende barrer al reducto existente del chavismo de Andalucía, viejo sueño. No se lo pondrán fácil provincias como Cádiz o Jaén, que se unen en esta batalla porque el objetivo es el mismo y no por afinidades políticas ni personales sino por sintonía en afrentas.

En tanto, las asambleas locales en Cádiz ya han iniciado su andadura para establecer los delegados que concurrirán al congreso. San Roque celebró la suya y Ruiz Boix liquidó la candidatura pizarrista anteponiendo la suya por unanimidad, síntoma del control que ejerce sobre una agrupación que cierra filas, como tras, con la renovación de Griñán. Estos días se celebrarán el resto de asambleas locales en ese proceso que distingue al Psoe de otros y aunque nadie sabe decir hasta qué punto es democrático y/o oportuno al menos resulta sano por cuanto la militancia ejerce su derecho a ser convocada para opinar, criticar si se tercia y votar candidaturas, de haberlas.

En el PP todo es mucho más sencillo y no digo por ello que mejor o peor, cada uno tiene su ideario interno y mientras sea aceptado por la militancia bueno es. Y esa libertad le da a Arenas y al federal la posibilidad de retrasar para septiembre el congreso regional que estaba previsto para antes de verano ante el hecho de que nadie lo tiene claro y me refiero a qué hacer con Andalucía y en manos de quién ponerla una vez que Javier y Antonio, Sanz, marchen al Senado, lo cual puede llevar al hoy presidente regional a presentarse a la reelección como mejor manera de ganar tiempo hasta que entre todos encuentren una opción válida de futuro. Un problema, al no haber ni congresos ni votaciones al final alguien debe levantar el dedo y hacer valer su decisión y, con ella, asumir el riesgo a equivocarse.

En el Psoe se lo pasan mejor, por decir algo, ya que sus procesos internos representan toda una licenciatura en política activa, les curten como al pellejo el sol en innombrables batallas donde casi siempre resultan peor los supuestos amigos a unos contrastados enemigos a los que se ve venir, mientras a los otros no, y, entre unos y otros y las balas silbando luego resulta más fácil fajarse contra un adversario político que solo por este hecho debería mirarse eso de entrenar más a fondo con leoninas batallas internas. Es como el boxeo, los campeones siempre fueron niños que crecieron en barrios marginales y se abrieron camino a tortazos desde chicos y eso, llegados al ring, se nota en la mirada: el camino ha sido duro y están cabreados.

El PP debería reaccionar y hacerlo ya porque día que pasa día que pierde entre una crisis que ya corre de su cuenta frente a un Psoe que al tiempo que procesa internamente su renovación y regenera células buenas sobre malas a ritmo frenético terminará convenciendo a la humanidad que la culpa de todo la tuvo Aznar y aquel habano fumado entre risas con Bush en las Azores, cuyo humo ha terminado por intoxicar a los mercados y disparado el déficit. Al tiempo.

 

¿Ideas o personas?, y termino, me cuestionaban amigos, en este caso, muy del Psoe hace unos días. Personas. Siempre son las buenas personas las que tienen grandes ideas capaces de mejorar la vida de los demás y éstas, como las menos buenas, están repartidas en ambos frentes políticos. Qué gran partido sería uno con lo mejor de ambos y qué, políticamente, aburrido, pero qué necesidad de ello tiene hoy un país, una región, una provincia que necesita de un pacto sea de Estado o de caballeros promovido, en todo caso, por buenas personas en la idea de superar el corsé electoral y las ambiciones personales contra este común enemigo que viene siendo la miseria cada vez mayor que deambula por nuestras calles y que, con tanta trifulca pública, amenaza con quedarse rato largo.

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