El alcalde de Castillo, Cristóbal Rodríguez, lo ha resumido con estas palabras: "Los pueblos no son grandes por el número de habitantes, ni siquiera por la extensión del territorio que ocupan. Los pueblos son grandes por sus gestos, por sus obras, por su solidaridad. Castillo es pequeño en habitantes, pero grande de corazón.”
Era el sentir del primer edil después de que este domingo se hiciera realidad un proyecto de gran calado solidario, que lleva por nombre “Un respiro de esperanza”, y a través del cual, desde el pasado 1 de agosto y hasta el próximo día 22 un total de 43 niños y niñas ucranianos se encuentran en tierras jiennenses con el fin de disfrutar de unas merecidas vacaciones que los alejen del drama de la guerra que viven en su país.
El proyecto ha sido liderado por el Ayuntamiento de Orcero, y ha contado con la participación del Ayuntamiento de Castillo de Locubín. En cuanto a los pequeños, proceden del orfanato especializado en discapacidad intelectual de la ciudad de Dowbysz; así como de familias sin recursos de un colegio en Kulikowka, que viven con sus madres tras haber perdido a sus padres en el conflicto. Han llegado a España acompañados de nueve monitores ucranianos.
“Gracias a todos los que han hecho posible esta iniciativa y a los castilleros y castilleras que os habéis volcado con el proyecto: asociaciones, grupo parroquial, cofradías y hermandades, Restaurante Aloha (cena), Restaurante Casa Julia (desayuno), Restaurante Ciudad Castillo (comida solidaria donde se recaudaron alrededor de 5.000 €), y nuestro ayuntamiento, junto con otros cuatro ayuntamientos de la provincia, que colaboraron con el transporte. También a Toñi Rodríguez así como a Toñi Arjona por ceder su casa, ya que nuestro albergue municipal se quedó pequeño, y a las grandes mujeres de la Asociación de Lucha contra el Cáncer, por los regalos”, ha concluido el alcalde, queriendo mostrar su reconocimiento a todos aquellos que han puesto su granito de arena para hacer posible esta gran iniciativa solidaria.
