El informe fue presentado ayer por el vicepresidente de la fundación, Jesús Caldera, que aseguró que para lograr este objetivo, que libraría a España de la emisión de gases de efecto invernadero y de los riesgos que implica la energía nuclear, sólo hace falta “voluntad política” y una apuesta por las nuevas tecnologías.
“Los últimos cinco años han sido suficientes para demostrar que la apuesta política y empresarial por este sector en España no es ninguna quimera”, aseveró Caldera, que recordó que la administración Obama ha elogiado el desarrollo renovable español y que actualmente el país importa el 90% de la energía que consume.
Caldera aseguró que el actual modelo energético de España, basado en su mayoría en fuentes fósiles, es “insostenible” y advirtió de que no habrá un futuro para el planeta “si no cambiamos el modo de producir y consumir energía”.
Señaló que si se fomenta el uso de renovables no se tendrían que construir más centrales nucleares y dijo que la apuesta por la energía “verde” podría suponer la creación de hasta 1,18 millones de puestos de trabajo, en un escenario de demanda energética alta, y permitiría a España acceder con su exportación a un mercado de entre 2 y 8 billones de euros.
Felipe González discrepa
El ex presidente del Gobierno Felipe González ha puesto en entredicho el informe de la Fundación Ideas y ha instado a “pensar seriamente” cerrar la central de Garoña y abrir el debate sobre las nucleares.
En una conferencia-coloquio en el foro de la feria ExpoManagement, González consideró que la Fundación debe tener “buenos asesores”, pero señaló que, sin embargo, él no ve en el horizonte “nada” que sustituya con claridad al petróleo o la energía nuclear.
Durante su exposición, incidió sobre la dependencia “dramática” que tiene Europa de las energías fósiles.
Por eso, sin pronunciarse ni a favor ni en contra de la energía nuclear, sí instó a abrir el debate sobre su utilización y criticó a quienes quieren cerrar sus centrales, pero compran energía de este tipo “en la frontera francesa”.