La Fiscalía de Sevilla ha solicitado cuatro años de cárcel para tres acusados por el brote de legionella registrado durante el verano de 2009 en el Hotel Macarena de la capital hispalense y que se saldó con cuatro fallecidos y otros 15 afectados a causa de esta bacteria, mientras que ha pedido el archivo de las actuaciones respecto a los otros cinco imputados.
En su escrito de acusación, consultado por Europa Press, el Ministerio Público pide para los tres acusados cuatro años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión durante seis años por cuatro delitos de homicidio por imprudencia grave y por 15 delitos de lesiones también por imprudencia grave.
Los imputados son P.M., que era director del hotel en la fecha de los hechos; A.V.M., responsable de mantenimiento de la cadena Sol Meliá en la zona suroccidental, y M.E.T.B., la directora gerente de la empresa especializada en legionella Sick Building Syndrome Lab. S.L.. que fue contratada por el hotel.
El Ministerio Público considera probado que el 15 de septiembre de 2009, el servicio de Medicina Preventiva del Hospital Virgen Macarena alertó a la Delegación Provincial de Salud de varios casos de legionella, relativo a personas ingresadas, ese mismo día y en días anteriores, por lo que se activó el protocolo oportuno para el estudio del brote y se constituyó un grupo de trabajo formado por expertos en la materia.
Este grupo de expertos pudo concretar el origen del brote de legionella que motivó la alerta y que dio lugar a diversas muertes y lesiones, de manera que detectaron y concretaron que el origen de la infección estaba en las torres de refrigeración del hotel, por lo que la Delegación Provincial de Salud abrió el oportuno expediente sancionador.
En este expediente, "se comprobaron graves irregularidades que ponen de manifiesto una falta absoluta de cuidado y de mantenimiento en las torres de refrigeración del hotel y que dieron lugar al fatal desenlace de varios fallecidos y personas lesionadas por la legionella", dice el fiscal, que indica que, además, el personal de mantenimiento del hotel "no tenía formación alguna en la materia".
LAS TORRES DE REFRIGERACIÓN
Así, el personal del hotel destinado a mantenimiento "carecía del referido curso homologado" y, por tanto, "carecía de los más elementales conocimientos para el adecuado mantenimiento de las torres y era incapaz de interpretar una posible alerta o advertencia de legionella, por falta de conocimientos".
Además, "no se realizaban las anotaciones de registro diario de mediciones de temperatura y cloro residual libre", mientras que "se superaban más de diez veces los parámetros de turbidez y en cinco veces la conductividad eléctrica y aeróbicos totales", y el mantenimiento y estado en el que se encontraban las torres "era muy deficiente".
"Esta situación vino dada ante la falta de cuidado y diligencia en el control, supervisión y seguimiento" que tenían encomendados el director del hotel y el responsable de área de la zona de Sol Meliá, que "en momento alguno adoptaron medidas para garantizar que el personal a su servicio tuviese la cualificación requerida legalmente", entre otros aspectos.
FIANZA DE 2,1 MILLONES DE EUROS
La juez de Instrucción número 15 de Sevilla, de su lado, ha dictado auto de apertura de juicio oral contra cinco de los acusados y les ha requerido para que abonen una fianza de 2.144.901,68 euros para asegurar las posibles responsabilidades pecuniarias que pudieran imponérseles.
Asimismo, la juez decreta la responsabilidad civil de Mapfre Seguros de Empresas, Banco Vitalicio de España, Sol Meliá y Sick Building Syndrome Lab. y les requiere para que paguen 1.914.259,14 euros para asegurar las posibles responsabilidades pecuniarias.
Las fuentes del caso consultadas por Europa Press han precisado que, durante la instrucción del caso, ha fallecido una quinta persona, "por lo que tendrán que personarse sus herederos en el procedimiento".