El 16 de septiembre de 2008 se hizo pública una carta en la que junto a la también etarra Carmen Guisasola se desvinculó del Movimiento de Presos Vascos y criticó la estrategia de ETA y de Batasuna.
En esa misiva, se referían al papel de los reclusos en un eventual proceso de paz, que, a su juicio, no debe ser el de mantener un “frente de lucha” como “algunos siguen planteando en la izquierda abertzale”, sino el de “participar en la reflexión política para el proceso de paz”.
El fiscal pidió ayer 128 años de prisión por el atentado con paquete-bomba en 1991 en el que murieron 3 agentes de los TEDAX.