Como no podía ser de otra forma, la última función de Cuartos comenzó con un sentido y merecido homenaje a la figura de Julio Pardo.
Con la sorpresa de la trágica noticia esa misma tarde, se preparó un sencillo recuerdo a uno de los autores de carnaval más laureados, prolíficos y queridos de Cádiz.
Sobre el escenario se podía ver un atril que mostraba una fotografía de Pardo tocando la guitarra. A sus pies, un manto de flores y de los instrumentos de cuerda que se utilizan en la modalidad. Guitarras, laúdes y bandurrias adornaban el escenario mientras se guardaban dos minutos de silencio.
Luego, se le recordó con un tango sonando en megafonía.