El alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, acompañado por la mayoría de los miembros de su Equipo de Gobierno, ha realizado hoy una intensa visita a algunas de las últimas infraestructuras creadas en el municipio en los últimos meses  y ha supervisado el funcionamiento de las mismas después de su reciente puesta en actividad para el uso ciudadano.

 

El primer edil se ha desplazado en primer lugar a la zona del Pinillo Bajo, en Parque Olivar, concretamente en la calle Francisco de Jorge Gallardo, donde se ubica un nuevo Parque Canino ya en funcionamiento que, como las demás instalaciones de este tipo creadas en los últimos meses, cuenta con todo tipo de servicios propios de estos recintos, incluida la llamada “zona agility”, integrada en el conjunto de la instalación, de unos 1.500 metros cuadrados, que permite facilitar el adiestramiento de las mascotas, además de favorecer el máximo disfrute de los perros y, consiguientemente, la satisfacción de los propietarios y guías.

 

El responsable de la Escuela Municipal de Adiestramiento Canino, Andrés Moreno, informó a Pedro Fernández Montes sobre algunos detalles técnicos del recinto y confirmó que el mismo se encuentra a la vanguardia en este tipo de instalaciones pensadas sobre todo para atender y educar a los canes respecto a su comportamiento en el medio urbano.

 

La delegación municipal, con el alcalde a la cabeza, se desplazó a continuación a la zona de El Pinillo. Exactamente a un bello enclave con vistas privilegiadas, en la calle Vicente Blanch Picot, donde se ubica el también nuevo Parque Canino “El Palmeral”, de algo más de 1.000 metros cuadrados de superficie y que, como el resto de recintos de este tipo, cuenta con una moderna “zona agility”, así denominada por ser propicia para el entrenamiento de la modalidad competitiva consistente en que un guía dirige a un perro sobre una serie de obstáculos, los cuales tiene que librar de manera limpia y lo más exacta posible, compitiendo contra el reloj.

 

El alcalde se ha interesado por aspectos técnicos de la instalación, ha cambiado impresiones con Andrés Moreno y ha seguido con interés las evoluciones del perro “Blacky”, que ha disfrutado de su estancia en el recinto, donde se distribuyen, además de bancos para los propietarios de las mascotas, bebederos, fuentes, dispensadores y una zona arenosa para las defecaciones, entre otros elementos, que sitúan a este espacio al más alto nivel en este tipo de instalaciones.

 

El alcalde, Pedro Fernández Montes, confirmó también su impresión favorable sobre estos nuevos recintos durante la visita que efectuó a continuación al nuevo Parque Canino situado en la zona de Los Palacios, un espacio de más de 1.000 metros de superficie, donde el perro “Blacky”, a la órdenes de Andrés Moreno, sorprendió a los presentes al localizar un señuelo escondido mucho antes, con la particularidad de que el citado “regalo” no era otro que un frasco que contenía un ejemplar del llamado “Picudo Rojo”, un insecto que devora cierto tipo de palmeras y que actúa desde el interior de la misma, por lo que su detección suele ser ya muy tardía , cuando la palmera es ya irrecuperable.

 

La extraordinaria capacidad de este perro para su detección, una vez adiestrado a tal fin, permite augurar un importante paso adelante en la tarea de combatir a este escarabajo “depredador” de palmeras, y evitar el grave daño que cada año provoca a decenas de ejemplares plantados en los diferentes espacios públicos.

 

Terminada esta pequeña exhibición, así como la confirmación de la utilidad de cada uno de los elementos que conforman el Parque Canino, Pedro Fernández Montes y los miembros de su Equipo de Gobierno visitaron por último el cuarto y último Parque Canino, esta vez en La Colina, con una superficie que supera los 1.500 metros cuadrados, donde una vez más quedó patente la gran aceptación que ha tenido esta iniciativa municipal entre los propietarios de mascotas de las diferentes zonas, tanto por lo que contribuyen estos espacios a hacer más feliz la vida de los canes que lo utilizarán como por lo que representan de eficaz paso adelante en la necesidad de erradicar de las vías del municipio la presencia de excrementos de perros, producto de actitudes incívicas que, con la apertura de estas instalaciones, deberían desaparecer definitiva-mente.