La Audiencia de Bizkaia juzga desde el próximo martes a tres jóvenes acusados de abusar sexualmente de una chica de 18 años y grabarlo y difundirlo con un móvil
La Audiencia de Bizkaia juzga desde el próximo martes a tres jóvenes acusados de abusar sexualmente de una chica de 18 años y grabarlo y difundirlo con un teléfono móvil en Bilbao en 2017, delitos por los que la Fiscalía pide penas cercanas a los 80 años de cárcel.
El diario El Correo informa este domingo de la petición de penas en este caso, en el que la acusación particular eleva la solicitud de prisión a más de 100 años.
En el juicio, que se celebrará a puerta cerrada, se sentarán tres jóvenes, dos de ellos de 20 años y uno de 28, que se encuentran en prisión provisional por estos hechos, de los que hay imágenes tomadas por una cámara de videovigilancia del lugar en el que se produjeron, según la misma fuente.
La agresión se produjo el 14 de enero de 2017 en un zona de "vending" -pequeño recinto con máquinas expendedoras de comidas y bebidas- de la zona bilbaína de Solokoetxe, a la que acudieron los acusados y la víctima tras salir de una sala de fiestas.
Según el relato del fiscal y de la acusación particular que recoge el diario, allí los imputados acorralaron y abusaron de la chica, conscientes de que no se encontraba en plenas facultades ya que había bebido alcohol.
Las peticiones de las acusaciones son tan elevadas porque consideran a cada imputado cómplice o coautor de los delitos de abuso cometidos por los otros dos y aprecian el agravante de la situación desvalida de la víctima.
También imputan un delito de descubrimiento y revelación de secretos al grabar los abusos y difundir el vídeo ya que uno de los acusados lo pasó por wasap a uno de sus contactos.
Para dos de ellos, la Fiscalía pide penas de 26 años de prisión y para el tercero de 27 años, además de una indemnización solidaria de 15.000 euros para la víctima.
La acusación particular, por su parte, demanda 39 y 38 años para dos de los acusados y 29 para el otro.
Las acusaciones imputan a uno de los acusados un delito de abuso sexual en grado de tentativa ya que llegó al lugar de los hechos algo más tarde que los otros dos y cuando iba a participar en los abusos aparecieron dos empleados de la limpieza.
Los tres procesados fueron detenidos por la Ertzaintza un mes después de la denuncia de la víctima. En el verano de 2017 quedaron en libertad, pero al acercarse el juicio y ante el posible riesgo de fuga, la Audiencia volvió a decretar su encarcelamiento, según la misma fuente.