5 costumbres peligrosas para tu coche

Publicado: 31/08/2018
La falta de mantenimiento de un vehículo se encuentra entre las principales causas de avería de coches en España
La falta de mantenimiento de un vehículo se encuentra entre las principales causas de avería de coches en España.

Los avances tecnológicos actuales y una mayor complejidad técnica de los motores han llevado a muchos conductores actuales a desentenderse por completo del mantenimiento de su vehículo.

Ya sea por desconocimiento o por dejadez, esta situación es muy peligrosa, debido a que los olvidos relacionados con el mantenimiento están generando un aumento cada vez mayor de averías que podrían evitarse con tan solo prestar un poco de atención.

Estas son las 5 cosas relacionadas con el mantenimiento que pueden terminar rompiendo tu automóvil.

1.- No cambiar el aceite

El aceite lubricante se encarga de reducir la fricción de las piezas metálicas de un motor, sirviendo también para refrigerar el motor y limpiarlo de impurezas.

El aceite se va degradando con el paso del tiempo y deja de cumplir con su función.

Muchos conductores se olvidan de que tienen que cambiar el lubricante de su coche. Y en caso de no hacerlo, el aceite pierde sus propiedades y termina convirtiéndose en lodo.

Aunque desde que los vehículos incluyen un aviso cuando llega el momento de realizar el cambio de aceite, se podría decir que, más que un olvido o un despiste, se trata de una costumbre muy perjudicial para el motor.

2.- No rellenar el aceite cuando se enciende el testigo

En la misma línea que el punto anterior, también se da el caso de conductores que ignoran otro aviso muy importante: el testigo rojo que señala que el nivel de lubricante ha bajado hasta límites peligrosos.

Si estás circulando con el coche y de repente se escucha un pitido y se enciende un testigo de color rojo con una aceitera, esto quiere decir que tienes que rellenar el cárter con más aceite.

No obstante, si haces caso omiso de esa indicación, el motor corre el peligro de griparse y romperse.

Para evitarlo, hay que reponer la cantidad de aceite necesaria para que el motor siga perfectamente lubricado.  

A la hora de elegir un aceite en concreto, en el manual de instrucciones de cada automóvil figuran los requisitos establecidos por el fabricante, en lo referente a tolerancias, viscosidad y estándares API. Siempre que se cumplan con estos requerimientos, el aceite Repsol puede ser una buena opción para proceder al rellenado.

3.- No sustituir la correa de la distribución

La correa de la distribución es la encargada de transmitir la energía generada por el motor, para que todos los componentes del mismo se muevan y comiencen a funcionar.

Por lo tanto, como las correas dentadas que accionan estos engranajes suelen ser de caucho, en caso de que se rompan pueden provocar que el motor completo se estropee.

El caucho es un material que resiste bastante bien el desgaste, así como el elevado par motor que tiene que soportar. Pero después de un uso intensivo, puede romperse.

Para evitar que se rompa, conviene revisar cada cierto tiempo que la correa está completamente operativa, o que hay que cambiarla antes de que se rompa del todo.

4.- Repostar el combustible equivocado

Aunque pueda parecer algo imposible, son muchos los conductores (más de 72.000 cada año, según el RACE) que por despiste propio —o del empleado de la gasolinera— han terminado repostando un combustible distinto al que utiliza su coche.

Si has echado gasoil en un motor de gasolina, el motor arrancará pero se parará en pocos segundos (siempre que la cantidad de gasoil llegue al 25% del tamaño total del depósito).

En ese caso, será necesario que el taller proceda a bombear el combustible y también tendrá que hacer una limpieza de los filtros y manguitos.

Pero si es la gasolina la que se ha introducido en un depósito de gasoil, el motor es posible que opere durante algo más de tiempo, emitiendo ruidos extraños, hasta que finalmente se termina parando con una gran avería.

Debido a este mayor tiempo de funcionamiento, los daños suelen ser más importantes, incidiendo especialmente en elementos como el filtro o la bomba de inyección.

5.- No hacer caso de los ruidos

Los ruidos, en general, son el mejor síntoma de que algo no va bien en un coche.

Y muchos conductores no prestan atención a los posibles ruidos fuera de lo normal que su automóvil empieza a hacer.

Cuando un vehículo emite un ruido extraño, hay que llevarlo inmediatamente al taller, si no quieres que termine sufriendo una avería grave.

 

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