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Los Mossos alertan de falsos secuestros de hijos en Cataluña

La policía ha pedido a los ciudadanos que no faciliten datos personales ante llamadas sospechosas y que no den credibilidad a este tipo de llamadas, sino que los pongan en conocimiento de la policía

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Los Mossos d'Esquadra han alertado este martes del nuevo fenómeno de falsos secuestros virtuales en Catalunya, en los que las víctimas reciben llamadas avisando de que han secuestrado a uno de sus hijos y se les solicita un rescate para que sea libertado.

   La policía ha pedido a los ciudadanos que no faciliten datos personales ante llamadas sospechosas y que no den credibilidad a este tipo de llamadas, sino que los pongan en conocimiento de la policía.

   Según ha explicado la policía catalana a Europa Press, en Catalunya se han denunciado recientemente tres delitos de este tipo en Girona, Barcelona y la comarca del Baix Llobregat (Barcelona), aunque ninguna de las víctimas pagó a los delincuentes ya que ni siquiera tenían hijos.

   La mayoría de estas llamadas se realizan de forma aleatoria, por lo que las víctimas pueden no tener hijos, aunque en otras ocasiones se hace una investigación previa a través de falsas encuestas en la calle, en las que se pregunta por las costumbres habituales, la existencia de hijos y los teléfonos.

   Los Mossos, que imputan delitos de estafa a los autores de este tipo de delitos, colaboran con la Policía Nacional española para investigar estos delitos, que también se han producido en otras comunidades como Galicia.

SECUESTROS EN MÉXICO

   Este tipo de secuestro virtual se une a los detectados desde hace meses en países americanos, principalmente México, contra turistas y empresarios, como ocurrió con el grupo de música español Delorean en 2013.

   En estos casos, los delincuentes llaman a las víctimas haciéndose pasar por la policía y les piden que se trasladen a otro hotel por un supuesto peligro en el que se encuentran, y una vez en el nuevo alojamiento le hacen creer que están decuestrados.

   En estos casos se hace pensar a las víctimas que el secuestro es real a través de llamadas de teléfono y se llega a contactar con sus familiares, por lo que a los autores se les puede imputar un secuestro por detención ilegal.

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