La
Universidad de Sevilla esperará hasta el
próximo martes para decantarse por el
modelo con el que
arrancará el
curso el próximo
20 de septiembre. Es la decisión que adoptó ayer el Rectorado tras reunirse con decanos y directores de centro. El
rector Miguel Ángel Castro les informó de que
hay dos escenarios posibles (la máxima presencialidad o aforos del 50%) en función de la respuesta que dé el
Ministerio de Universidades de Manuel Castell a la petición unánime de las universidades de que se
revisen las medidas impuestas para este curso, especialmente la de la
distancia de seguridad de 1,2 metros. Esta distancia
impide la máxima presencialidad por la que quiere optar la Universidad de Sevilla. En el caso de la
Olavide, su Rectorado ya ha decidido:
las clases teóricas serán al 50% del aforo (por tanto, con la otra mitad del grupo siguiendo las explicaciones vía telemática) y las prácticas 100% presenciales.
“
La intención de la US sigue siendo comenzar la actividad académica con la máxima presencialidad que autoricen las autoridades sanitarias”, explicó la institución en un comunicado. “
Sin embargo -continuó el comunicado-, las instrucciones del Gobierno impiden esta situación, ya que establecen una distancia de 1,2 metros, técnicamente un 50% de ocupación de las aulas”. La Universidad de Sevilla, a la espera del pronunciamiento del Gobierno sobre la reclamación de los rectores, “tiene ya preparada las instrucciones de inicio para ambos posibles escenarios y permanece a la espera de la respuesta de las autoridades sanitarias hasta el próximo martes”. Confíó en que se “clarifique” el escenario cuanto antes para “recuperar la total presencialidad para el curso que empieza el día 20”.