Una pareja de traficantes de cocaína que se exponía a nueve años de cárcel ha sido condenada a penas de entre cuatro y tres años gracias a que la Fiscalía aceptó que su casa, próxima a un colegio, estaba cerca de la valla trasera del centro escolar pero "a una distancia considerable" de la puerta principal.
El Ministerio Público solicitó inicialmente nueve años de prisión para Juan Manuel D.G. y Jésica B.G., siete por un delito contra la salud pública en su modalidad de sustancia que causa un grave perjuicio a la salud y dos por tenencia ilícita de armas, ya que en el registro de su piso, situado cerca del barrio sevillano de las Tres Mil Viviendas, se encontró un puño americano y un machete.
La fiscal aplicaba la agravante de que el tráfico de drogas fuese cometido en las proximidades de un centro docente porque el punto de venta se encontraba a 21 metros de la valla trasera del colegio Manuel Giménez Fernández y a 112 de la entrada principal, según recogía el escrito de calificación provisional.
Antes del juicio, sin embargo, la defensa consiguió un acuerdo con la acusación pública por la que esta renunciaba a esa circunstancia agravante y aceptaba en su escrito definitivo que la casa de los acusados estaba "a una distancia considerable respecto a la puerta principal del colegio", según han informado fuentes judiciales a Efe.
La fiscal también estimó la atenuante simple de drogadicción para el hombre, cuya "dependencia" de la droga "afectaba parcialmente su facultad de comprender el delito", según expuso durante el juicio, celebrado en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla.
En cuanto a la mujer, el Ministerio Público pasó de considerarla autora a dejarla como cómplice porque su actuación en los hechos fue "meramente accidental".
Una vez que los procesados reconocieron los delitos y mostraron su conformidad con las penas pedidas por la Fiscalía, el tribunal dictó sentencia firme en la misma sala y anticipó de viva voz el fallo, por el que Juan Manuel D.G. fue condenado a un total de cuatro años de prisión, tres por el delito contra la salud pública y uno por la tenencia de armas.
El tribunal también impuso tres años a Jésica B.G., dos por el tráfico de drogas y uno por el segundo delito.
En cuanto a las multas por el narcotráfico, la Fiscalía dejó los 30.000 euros iniciales en 10.000 para el acusado y 8.000 para la acusada.
La acusación también se mostró favorable a suspender la ejecución de la pena de cárcel de la joven durante tres años, pero la Audiencia la condicionará a recibir un informe con la evolución de su drogodependencia.
Los encausados fueron investigados entre el 18 de junio y el 11 de julio de 2019 por la Policía Nacional, que se incautó de distintas cantidades de cocaína y cannabis en poder de varios compradores y más tarde, en el registro de la casa, halló droga cuyo valor en el mercado ilícito habría superado los 9.000 euros.
