El periodo de
exámenes en la
universidad ya ha empezado. Es el caso de la
Pablo de Olavide, donde se están haciendo tanto de forma telemática como presencial; o el de la
Universidad de Sevilla, donde arrancan estos días los llamados parcialitos, y en febrero, las evaluaciones del cuatrimestre. Con los estudiantes movilizados a través de una
recogida de firmas a través de la plataforma change.org
para pedir que los exámenes sean telemáticos, los Rectorados y la Junta de Andalucía se posicionan a favor de que los
exámenes sean presenciales siempre que sea posible y aconsejable según las circunstancias sanitarias.
En este punto, la Consejería de Salud ha presentado este martes en el
Consejo de Gobierno una
actualización del protocolo Covid-19 para las universidades. El documento, según se señala en la referencia que se puede consultar en la página web de la Junta, incluye
recomendaciones que “
sirvan de referencia durante el desarrollo de las pruebas presenciales de evaluación”.
En primer lugar, las autoridades sanitarias piden que se “
preste especial atención a que no coincida el horario de convocatoria del examen con la actividad presencial ordinaria del centro”. Aconsejan igualmente que se divida al alumnado en
subgrupos para así garantizar el
aforo y que, “al menos en 10 minutos, se
escalone la
entrada a cada una de las aulas de un mismo módulo o planta”.
Se mantiene, por supuesto, el uso de
mascarillas y la
distancia de seguridad de un metro y medio y se recomienda cada hora una “ventilación extra” de 10 minutos.
Los exámenes se podrán entregar en mano o dejarse encima de las mesas pero siempre “
previa desinfección de manos de quienes los repartan”.
Si el alumno termina el examen antes de tiempo, “levantará la mano y esperará a que el profesorado recoja su examen o le autorice a levantarse para entregarlo de forma ordenada, evitando la formación de grupos”.