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Sevilla

"Dios es el único dueño de la vida y nadie puede acortarla"

"La vida debe ser respetada en cualquiera de sus momentos", incluso en "su ocaso natural", defiende el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo

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  • Juan José Asenjo. -

Después de que el Congreso de los Diputados rechazase las enmiendas a la totalidad interpuestas por el PP y Vox ante la proposición de Ley Orgánica de regulación de la eutanasia promovida por el Gobierno central del PSOE, para permitir que soliciten ayuda para morir aquellos mayores de edad en plena capacidad de sus facultades, en los supuestos de enfermedad grave, incurable, crónica e invalidante causante de un sufrimiento físico o psíquico "intolerable", el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, ha defendido que Dios es "el único dueño de la vida" y "ni el interesado" ni sus familiares pueden "acortarla".

En unas declaraciones recogidas por Europa Press, Asenjo ha manifestado su "tristeza" ante el mencionado proyecto de Ley Orgánica. Y mientras en el mismo se sostiene la necesidad de dar una "respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia", Asenjo avisa de que la iniciativa es promovida "sin que haya habido un debate social y sin los preceptivos informes del Consejo de Estado o de otras instituciones que parece que son preceptivas".

Pero más allá de ello, Asenjo ha avisado de que "la vida debe ser respetada en cualquiera de sus momentos", incluso en "su ocaso natural", manifestando que la eutanasia no es sino un "eufemismo que esconde otra realidad".

Según ha asegurado, esta regulación estipula "algo intrínsecamente perverso o inmoral, como disponer de la propia vida cuando uno estima que ya no tiene sentido o ya no es productiva para la sociedad", pese a que "el único dueño de la vida es Dios nuestro señor", con lo que "nadie puede acortarla, ni el interesado, ni su familia ni mucho menos los médicos, que han jurado defender la vida en todas sus fases".

Así, frente a la citada proposición de Ley, que circunscribe la regulación a casos de personas afectadas por un sufrimiento físico o psíquico "intolerable", el arzobispo de Sevilla ha alertado de que la regulación promovida no implica ningún tipo de "muerte digna, dulce ni buena".

Se trata, a su entender, de "pisotear la ley natural, anterior a la ley de la Iglesia". "Nosotros no somos quienes para suprimir la vida·, ha enfatizado Asenjo.

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