El Ministerio Fiscal ha pedido 23 años de prisión para un hombre al que acusa de agredir sexualmente a las hijas de su pareja, cuando estas contaban con 15 y 12 años, en la casa de un anciano al que cuidaba y en la que las niñas se quedaban a veces a dormir cuando él descansaba.
Durante su declaración en el juicio ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla, el acusado ha negado los hechos mientras que las dos menores han narrado cómo sucedieron.
La mayor ha asegurado que ella pasó la noche del 4 de febrero de 2018 en casa del anciano y que al día siguiente llegó el acusado, al que aceptaba porque "era novio de su madre pero mantenían una relación muy tóxica", y se metió en el cuarto con ella donde asegura que la tocó "por encima del pijama y la intentó besar", hasta que ella logró tirarlo al suelo y huyó.
Ese mismo día, cuando llegó a casa de su madre no dijo nada a su hermana, a la que este hombre llamó para que fuera por la tarde a la vivienda porque le iba a dar dinero para que comprara unas pizzas, y fue cuando presuntamente llevó a cabo la otra agresión sexual, esta vez a la más pequeña.
En concreto, según ha narrado la menor, que se sentía "frustrada" por "la mala" relación de este hombre con su madre, que la metió en el cuarto, le quitó la ropa y sí consumó el acto. De hecho, dos agentes de la Guardia Civil que hicieron el informe toxicológico han precisado que "fueron hallados restos de semen" en las sábanas y mantas y en dos hisopos pasados por su vagina.
Por su parte, la madre de las niñas y expareja del acusado ha señalado que la hija mayor no le dijo nada, "su carácter es muy introvertido", en lo que han coincidido posteriormente las psicólogas, y la pequeña le dijo que este hombre "se puso a hablar con ella y le tocó una pierna".
De igual forma, esta mujer ha precisado que la relación con su pareja era conflictiva, así como que sólo mantuvo relaciones sexuales con él en la casa donde trabajaba una vez --a la que el acusado achaca los restos orgánicos suyos en las sábanas--, así como que la noche antes él la amenazó "con un cuchillo de cocina" en su casa y tras echarlo le dijo: "Te voy a dar donde más te duele".
Fue el colegio donde estudiaba la niña el que dio la voz de alarma al confesar lo sucedido esta menor a una profesora, que también ha declarado en sala. Por su parte, el forense ha señalado que las lesiones que presenta la menor "son compatibles" con una agresión sexual llevada a cabo en las últimas 36 horas antes del examen.