Los abanicos con el lema #NiUnaMenos, la reivindicación del papel de las mujeres en la industria y la sororidad han sido los protagonistas de los Goya en su 33 edición, en la que la brecha entre nominados y nominadas la han subsanado ellas con potentes discursos en el Palacio de Congresos de Sevilla.
Susi Sánchez, que ha conseguido su primer Goya a mejor actriz por "La enfermedad del domingo", ha hecho un brindis "por la salud de todas las mujeres" al recibir el galardón al final de la noche.
Velada que comenzaba con abanicos rojos en contra de la violencia machista y con el inspirador discurso de Eva Llorach, ganadora del "cabezón" a mejor actriz revelación por su papel en "Quién te cantará".
La actriz murciana se ha marcado "un Frances McDormand" al inicio de la noche y ha pedido a sus compañeras de categoría que se levantasen de sus asientos para compartir el premio con ellas.
"Es muy difícil ser mujer. Sois muy pocas", decía Llorach en uno de los momentos más frescos de la gala, presentada por Silvia Abril y Andreu Buenafuente, en la que la actriz también ha reivindicado que se creen más historias con protagonistas femeninas.
"Tengo la idea loca de que el cine puede cambiar las cosas", continuaba Llorach en esta edición en la que el 26,5 % de las nominaciones recaían en mujeres frente a un 73,5 % de hombres nominados.
Una brecha que se ha denunciado hoy, al igual que la brecha salarial entre actores y actrices con un "sketch" protagonizado en el escenario por María León y Belén Cuesta en comandita con la presentadora, Silvia Abril.
Conductora en esa edición junto a su marido tras años sin que una mujer se subiese a presentar los premios del cine español. Eva Hache fue la última con un "doblete" en los años 2012 y 2013.
"Presentar la gala para una mujer de mediana edad es la forma más fácil de encontrar un trabajo en el cine español", denunciaba en el monólogo inicial de la noche la humorista.
Carolina Yuste, de "Carmen y Lola", abría la velada con la estatuilla a mejor actriz de reparto y agradecía el galardón por un proyecto en el que el 70 % de los puestos han sido ocupados por mujeres.
"Caballeros, dejen sitio al talento femenino de una vez", pedía, pasadas ya las 00:00 horas, Buenafuente en otro "sketch" en blanco y negro en el que simulaba a Groucho Marx justo antes de que se repartiese la suerte en la mejor dirección novel.
Categoría que partía con tres mujeres entre sus filas y que finalmente ha ganado Arantxa Echevarría por "Carmen y Lola", una cinta sobre mujeres gitanas y lesbianas con la que la cineasta logró ser la primer mujer española en competir en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.
"Quería dedicarle esta película, que es de amor, a aquellos que no permiten amar diferente, que no son capaces de ponerse en la piel de las minorías, a aquellos que no creen que sea necesaria una ley de violencia de género (...)", ha reivindicado la cineasta bilbaína.
También se ha referido al aborto, a los derechos del colectivo LGTBI o al cambio de sexo con este premio en una gala en la que la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) ha vuelto a repartir abanicos rojos.
Este año con el lema #NiUnaMenos, han desfilado por la alfombra roja en las manos de Isabel Coixet, Eva Llorach, Natalia de Molina, Ruth Gabriel, Isabel Peña o el elenco de "Carmen y Lola".
Pero también ellos se han posicionado contra la violencia machista con estos abanicos: Julián López, Rodrigo Sorogoyen, Alberto Garzón, Álvaro Cervantes o Alberto Iglesias se han unido a esta invitación "a todo el cine español a combatir la violencia machista y las mentiras que la alientan".