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Sevilla

Consistorio se reserva la posibilidad de emprender acciones legales

Cabrera asegura que la empresa decidió "unilateralmente" suspender la prueba al conocer que afrontaba una sanción por sus incumplimientos

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El concejal de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Carlos Cabrera (PSOE), ha señalado este lunes a la organización de la edición 2017 de la Carrera de la Mujer, promovida por el grupo Motorpress Ibérica, como "única culpable" de la sorpresiva suspensión de este evento. El edil defiende que el Ayuntamiento podría haber "suspendido de oficio la carrera" al no aportar la empresa toda la documentación, asegura que no lo hizo por "buena voluntad" e indica que Motorpress renunció a celebrar el evento cuando se le comunicó que iba a afrontar una sanción administrativa por sus incumplimientos. El Ayuntamiento se "reserva la posibilidad de acciones legales y de pedir una indemnización a la empresa", ha señalado Cabrera. 

En rueda de prensa, Juan Carlos Cabrera ha lamentado la suspensión de esta carrera la misma mañana en la que esperaban tomar la salida unas 14.000 mujeres que habían pagado 10,60 euros por dorsal. No obstante, el concejal ha culpado de ello a la empresa organizadora del evento, a la que ha atribuido un "rosario" de incumplimientos y un "abuso de la buena fe y la buena voluntad" del Ayuntamiento, que según asegura habría realizado no pocos "esfuerzos" para que la carrera fuese celebrada.

Según Juan Carlos Cabrera, para empezar el área de Movilidad y Seguridad propuso a Motorpress Ibérica que la carrera recorriese el entorno de la Cartuja. Pero según sus palabras, tal extremo no fue posible porque la empresa había comenzado a comercializar los dorsales ya desde julio sin haber consultado con el Ayuntamiento ni contar con permisos ni autorizaciones, y alegaba que con 14.000 dorsales vendidos, el nuevo circuito propuesto resultaba inviable.

En ese sentido, ha defendido el "esfuerzo" del Consistorio a la hora de aceptar el circuito propuesto por Motorpress Ibérica, asegurando que pese a las vicisitudes relativas al recorrido, la empresa "tuvo más que tiempo para presentar toda la documentación" y atenerse a todos los requisitos implícitos en la organización de un evento así.

AVISOS

En cualquier caso, ha expuesto que el viernes, los responsables municipales y los organizadores de la carrera celebraron un encuentro, en el que ya se advirtió de la ausencia de diferentes documentos y del incumplimiento de diversos requisitos, con el aviso de que el evento "corría riesgo" de ser suspendido. Al respecto, Juan Carlos Cabrera ha defendido que los miembros del Ayuntamiento estuvieron en contacto "hasta las 21,00 horas del viernes" con los promotores de la carrera, cerrando la jornada con una situación en la que el evento carecía de determinados documentos "no inherentes a la seguridad", pero sí preceptivos.

Es decir, el evento cumplía los requisitos en materia de seguridad, pero la empresa organizadora no había pagado la tasa por la ocupación de la vía pública en la Plaza de España, el plan de movilidad "estaba incompleto" y no contaba con la autorización pertinente para aspectos como los camiones movilizados para el traslado de los materiales, entre otras cosas.

"A sabiendas" de tal extremo, según Cabrera, el Ayuntamiento no prohibió como tal la celebración de la carrera pese a que "podía suspenderla de oficio", sobre todo por las 14.000 participantes y la imagen de la ciudad. Así, ha defendido la idea de que la suspensión de la carrera no partió del Ayuntamiento.

Según su versión, en torno a las 07,30 horas de la mañana del domingo, dos horas y media antes del comienzo del evento, la Policía Local acometió las preceptivas comprobaciones previas al comienzo de la prueba, comunicando "por escrito" a los responsables de la organización que dado el incumplimiento de varios "requisitos" en materia administrativa, mediaría una sanción por dicha "infracción". "Era una advertencia formal de esa infracción administrativa", ha expuesto.

"DE MANERA UNILATERAL"

Habría sido entonces, según el concejal, cuando los organizadores de la prueba habrían contactado con sus superiores, decidiendo después suspender la carrera "de manera unilateral y sin avisar". "Fue la propia organización la que decidió suspender la carrera de manera unilateral y sin avisar, dejando tiradas a 14.000 personas y a la ciudad", ha criticado Cabrera, condenando la actitud de Motorpress, empresa por cierto encargada de la organización y explotación de la maratón de Sevilla.

Así, el edil ha defendido que "la única culpable" de lo sucedido es la propia organización del evento, que de su lado defiende que aportó toda la documentación necesaria y que fue el Ayuntamiento quien "impidió" como tal la celebración de la carrera. Cabrera, finalmente, ha acusado a la empresa de "retirar incluso los elementos de seguridad" instalados en varios cruces de calles, manifestando que el Ayuntamiento se "reserva la posibilidad de acciones legales y de pedir una indemnización a la empresa".

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