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Sevilla

Trabajadores de La Campana temen un ERE por efecto de los veladores

Defienden que la terraza es vital para la viabilidad del negocio

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La plantilla de la centenaria confitería La Campana, despojada de los veladores de su fachada desde el 17 de abril, ha defendido este lunes que la terraza es "vital" para la viabilidad del negocio. Manifestando su temor ante la posibilidad de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), los empleados reclaman una "pronta solución" a la situación del emblemático establecimiento, pendiente de que la ordenanza de veladores sea modificada, para reconocer a los establecimientos de "carácter tradicional" a la hora de la "justificación" de las licencias.

En declaraciones a los medios de comunicación junto al portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sevilla, Javier Millán, un trabajador de la emblemática confitería ha hablado en nombre de la plantilla del negocio, fundado hace "132 años" según defienden sus dueños. Este establecimiento, recordémoslo, es uno de los seis afectados por la decisión del Ayuntamiento de suprimir todos los veladores instalados en la plaza de La Campana. La confitería, despojada de los veladores de su fachada, conserva no obstante los veladores correspondientes a la parte trasera de su edificio.

Este trabajador, ligado al negocio "desde 1978", ha defendido que los veladores son "vitales para la economía de la empresa", asegurando que desde la supresión de la terraza instalada en la fachada de la histórica confitería, "la disminución de las ventas ha sido mucha".

TEMOR EN LA PLANTILLA

Sobre las consecuencias de la caída de las ventas en la plantilla, este portavoz de la misma ha expuesto que con motivo de la supresión de la terraza delantera, "se habló de un ERTE" que de momento no se ha materializado. No obstante, ha asegurado que los trabajadores "ya" sienten "la amenaza de que eso puede llegar".

Y después de que el pasado 23 de mayo, a instancias del PP, el pleno aprobase iniciar una modificación de la ordenanza de veladores, para recoger expresamente en la misma a los negocios de "reconocido carácter tradicional" a la hora de la justificación del otorgamiento de licencias, este portavoz de la plantilla ha reclamado una "pronta solución" a la situación. "De no devolvernos los veladores, tenemos un sentimiento negativo respecto a los puestos de trabajo", ha manifestado este empleado, recordando que los miembros de la plantilla tienen edades que oscilan entre los 45 y 60 años.

Finalmente, ha señalado que con vistas a la demandada restitución de la terraza delantera del negocio, la empresa ha entregado ya al Ayuntamiento una "propuesta alternativa", para que la confitería recupere diez de sus veladores con una estética y dimensiones "reconvertidas". El Ayuntamiento, según este portavoz de la plantilla, alega por su parte que necesita una "propuesta jurídica" concreta respecto al reconocimiento de los negocios históricos o singulares en la ordenanza de veladores.

EL CONFLICTO DE LOS VELADORES

El asunto se encuadra en la decisión adoptada de modo definitivo por la Gerencia de Urbanismo, para suprimir todas las terrazas de veladores autorizadas en la plaza de la Campana, y reducir un 80 por ciento los veladores autorizados en la calle San Fernando y un 60 por ciento en la avenida de la Constitución.

Para ello, el Ayuntamiento esgrime motivos de movilidad y de estética, argumentando que durante el pasado mandato del alcalde popular Juan Ignacio Zoido, el espacio autorizado en estos tres enclaves concretos para la instalación de veladores creció aproximadamente un 50 por ciento. En el caso de la plaza de la Campana, según el Gobierno local socialista, el espacio autorizado para la instalación de veladores pasó de 33 a 156 metros cuadrados.

El pasado 17 de abril, así, entraba en vigor la supresión de los veladores en la plaza de La Campana y dado que aquella mañana dos de los seis negocios hosteleros de la plaza, la histórica confitería La Campana y una de las dos hamburgueserías, instalaron de todos modos sus veladores, fue movilizado un dispositivo de operarios, acompañado de un fuerte y criticado despliegue policial, para retirar el mobiliario de estos dos negocios concretos.

Los dueños de la confitería La Campana, en ese sentido, vienen denunciando que se trata de un negocio con "132 años de historia" con un marcado carácter "artesanal" y "diferenciado", reclamando algún tipo de "vía jurídica" que permita la restitución de su terraza de veladores, a cuenta de su papel como local "histórico".

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