El presidente de la Fundación Reales Atarazanas de Sevilla, José Manuel Conde, ha asegurado que aunque el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, le aseguró que dispondría de un local municipal como sede para sus actividades, llegado el momento la entidad se ha quedado temporalmente sin sede.
Conde lo ha explicado a los periodistas minutos antes de entregar la llave del local que durante cinco años han empleado como sede, en el antiguo Pabellón de Colombia, de titularidad municipal.
Según Conde, el alcalde, que en un primer momento les garantizó que no se quedarían sin sede aunque tuvieran que abandonar la que han tenido hasta ahora, le dijo posteriormente que necesitarían presentar un proyecto sobre la conmemoración del quinto centenario de Magallanes y su vuelta al mundo para disponer de un local municipal.
La fundación recibió hace quince días la comunicación oficial de que habrían de dejar el Pabellón de Colombia por haber expirado la concesión de cinco años.
Conde ha asegurado que la Fundación seguirá actuando en favor de la conservación de la Atarazanas de Sevilla, antiguo astillero medieval que se conserva parcialmente en el centro de Sevilla.
Los principales objetivos de esta entidad son que la titularidad de ese edificio histórico pase de la Junta de Andalucía al Ayuntamiento de Sevilla y que no prospere el proyecto de rehabilitación y reutilización del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra: "Unas escaleras mecánicas no es lo más acertado para un edificio mudéjar", ha señalado.
A la pregunta de si el cambio de actitud del alcalde ha podido deberse a la demanda judicial contra ese proyecto, que ha cosechado su paralización cautelar, Conde ha contestado que no cree "que la gente actúe tan mal", y ha recordado que si la Fundación en principio formó parte de esa demanda posteriormente se retiró y la dejó en manos de la asociación conservacionista Adepa.
También ha asegurado que el proyecto de Vázquez Consuegra "no es viable" ni aún sometiéndose a modificaciones.
Las obras en las Atarazanas fueron suspendidas cautelarmente por el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 9, por la demanda interpuesta por Adepa.
Según la resolución judicial es preciso "valorar los posibles daños que pueden originarse en el edificio al efectuar la perforación de los micropilotes".
"La ejecución de los micropilotes afectaría a los restos arqueológicos, y si bien podría ser reversible al desmontarlo no hay lugar a dudas que dejaría señal en el edificio y podría destruir restos arqueológicos", por lo que las obras podrían afectar de forma irreversible al edificio, según se argumentaba en el recurso interpuesto de Adepa contra el proyecto de rehabilitación para futuro centro cultural.