Muchos en el sector agroalimentario andaluz, y algunos quizá también en la Consejería de Agricultura, se habrán sorprendido con la inopinada toma de control por parte de la cooperativa cordobesa Covap de una planta láctea en Vic (Barcelona) que estaba en manos de la cooperativa vascocántabra Iparlat. Covap e Iparlat son los interproveedores de leche de Mercadona: le envasan la leche de su marca propia, Hacendado.
Era algo sabido desde hace tiempo que Iparlat estaba cansada de perder dinero con la planta catalana, a la que surte la cooperativa Llleters de Catalunya (Lecheros de Cataluña). ¿Por qué se la queda entonces Covap? La firma andaluza y la vasca ya poseen a medias otra planta láctea en León, Lactiber. ¿Por qué no se ha seguido en este caso el mismo modelo?
Tampoco está de más recordar que la propia Mercadona trasladó parte de sus necesidades de producción de leche desde Covap a la gallega Celta a inicios de año, en concreto unos 80 millones de litros. Justamente la capacidad potencial (83 millones) que tiene la planta de Vic, aunque en la práctica produce menos, unos 63 millones.
Y, en paralelo a todo ello, desde Covap se lleva meses instando a los ganaderos del Valle de los Pedroches a que no aumenten su producción. Es decir, Covap crece de la mano de Mercadona pero no en Andalucía, sino asumiendo la gestión de una planta problemática en Cataluña.
Cierto que el norte, más rico en pastos, es más apto y más competitivo para la producción de leche que Los Pedroches. Pero entonces, tras este movimiento, ¿dónde quedan los planes de Covap para aumentar la producción en Los Pedroches, que lleva anunciando desde hace años bajo el proyecto Covap45, es decir, que cada vaca genere 45 litros de leche al día? No se sabe.
No está igualmente de más preguntarse cuál ha sido el precio de la operación, ya que aparentemente ha sido aprobada sólo por el consejo rector de Covap y no por su Asamblea General. Demasiadas sombras en torno a una empresa, Covap, que es un puntal de la economía y la agroalimentación andaluzas.
