La Fiscalía de Sevilla ha elevado a definitiva su petición de 18 años de cárcel y 100.000 euros de indemnización por un delito de asesinato para el marroquí acusado de matar a un compatriota el 4 de diciembre de 2011 tras seccionarle la yugular con el cuello de una botella de cristal durante una discusión en una zona de discotecas ubicada en el Polígono Estación de San Jerónimo, en Sevilla.

   Durante la celebración del juicio con jurado popular en la Audiencia Provincial de Sevilla, la Fiscalía ha elevado a definitivo su escrito de conclusiones provisionales, en el que pide para el acusado una pena de 18 años de prisión, mientras que el abogado del imputado ha modificado su escrito de defensa y ha admitido que su cliente pueda ser condenado a un máximo de dos años.

   Así, fuentes del caso han informado a Europa Press de que el letrado del imputado ha aceptado que los hechos sean calificados como un delito de homicidio imprudente en concurso ideal con un delito de lesiones, o, alternativamente, como un delito de homicidio imprudente, por lo que admite que pueda ser condenado a un máximo de dos años. 
EL ACUSADO DEFIENDE QUE "FUE SIN QUERER"

   El abogado defensor considera que, en este caso, concurren tres atenuantes, en concreto que su cliente actuó bajo los efectos del alcohol, que confesó los hechos nada más ser detenido por la Policía, y que hubo provocación antes de la agresión, ya que la víctima, según el testimonio del acusado, le habría propinado un puñetazo por la espalda.

   No obstante, será en la sesión de este miércoles cuando tanto el Ministerio Público como la defensa presenten sus informes finales y argumenten sus conclusiones, tras lo que el acusado, como ha adelantado este martes su letrado, no hará uso de su derecho a la última palabra. Una vez redactado el objeto del veredicto, el jurado popular se retirará a deliberar.

   En la primera sesión del juicio, el imputado, S.B., de 20 años de edad, aseguró que "no quería" matarlo y que lo golpeó "sin querer" y de manera "instintiva" después de que la víctima, a la que únicamente conocía "de vista", le propinara un puñetazo por la espalda en la zona del ojo derecho.
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