Agentes de la Policía Nacional han detenido en la localidad sevillana de Tocina a diez personas, a dos de ellos por trata de seres humanos, a siete por falsedad documental y a una por estancia irregular. Todos pertenecían a una organización criminal que se dedicaban a engañar a ciudadanos procedentes de otros países, mayoritariamente de Rumanía, con falsas promesas de un puesto de trabajo en España bien remunerado. Una vez en España, les retiraban la documentación original y las sustituían por documentos falsos, explotándolos laboralmente en tareas agrícolas y manteniéndolos en "condiciones infrahumanas". Ha ingresado en prisión del líder de la organización.
En una nota de prensa, la Policía Nacional ha explicado este miércoles que los hechos se remontan al pasado mes de octubre cuando se recibió el testimonio de una posible víctima de trata de seres humanos con fines de explotación laboral por parte de una organización criminal asentada en Tocina. Los agentes constataron la existencia de un grupo de personas, lideradas por un varón de nacionalidad rumana, que todas las mañanas recogían a un "elevado número" de personas y las trasladaba a una finca agrícola situada en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra para realizar tareas del campo y en la que el principal investigado desarrollaba su actividad laboral.
En el momento que pudieron recabar indicios suficientes de la comisión de infracciones penales, los agentes pertenecientes a la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (Ucrif) realizaron una inspección conjunta con la Inspección Provincial de Trabajo de Sevilla. Como resultado de la misma, se identificaron a 74 personas, siete de nacionalidad rumana con documentación falsa, un varón de nacionalidad lituana que fue arrestado por estancia irregular en el país y a los dos cabecillas de la organización, detenidos por los delitos de trata de seres humanos y falsedad documental.
Los cabecillas mantenían en su poder la documentación original de las personas que tenían explotadas laboralmente y también los documentos falsificados para así mantenerlos retenidos. En el momento de la inspección se localizaron a cuatro menores explotados en tareas agrícolas con documentos falsos para hacerlos pasar por mayores de edad. De los cuatro menores solo una carecía de familiares en España que pudieran hacerse cargo de ella por lo que los agentes activaron el Protocolo MENA, trasladándola un centro de menores no acompañados. Igualmente, dos varones de nacionalidad rumana fueron liberados tras ser víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación laboral.