Policía Local, Tráfico y Servicios Municipales están comprobando las mejoras que pueden aplicarse para darle funcionalidad
El cruce de la calle María Auxiliadora y la Avenida de la Marina cuenta desde hace unos días con una rotonda provisional, con la que se pretende que peatones y conductores que pasan por estas vías, dos de las que presentan mayor intensidad y densidad de tráfico, ganen en seguridad y fluidez.
Teniendo en cuenta las dimensiones del cruce, el Ayuntamiento, a través de las Delegaciones de Policía Local, Tráfico y Servicios Municipales está estudiando cómo funciona la rotonda en este cruce, así como el paso de vehículos por esta rotonda, que estará en prueba durante un tiempo, de manera que se compruebe que el sistema mejora la circulación de la zona certificando el paso de todo tipo de vehículos.
Y es que, a diferencia de las nuevas avenidas, donde se diseñan glorietas de grandes dimensiones, en este punto y si en este tiempo se comprueba su idoneidad, se requerirá de una rotonda como la instalada en Joan Miró con Valdecarretas y Europa, con una interior de mayor altura y otra de menor altura y con un perfil de bordillo transitable, que permita la subida de la rueda izquierda posterior de los vehículos de grandes dimensiones.
En base a los resultados de este periodo de prueba, y de implantarse de manera definitiva, el Ayuntamiento realizaría ciertas modificaciones en alguna esquina del cruce, que permita un mejor giro a otros vehículos de mayor tamaño. También se adaptará la señalización vial, carriles y pasos de peatones para adaptarse a la nueva rotonda.
Así, la rotonda, según ha explicado el Ayuntamiento, "supondrá un avance en seguridad, porque evitará colisiones entre vehículos, que no se detienen en la fase roja, aceleran en la fase ambar del semáforo, o no se percatan de otros vehículos que circulan en sentido contrario, y sobre todo porque hace que los vehículos reduzcan su velocidad media; pero también será un paso adelante en fluidez porque la rotonda permite que pasen más vehículos por minuto y por tanto hace que haya menos retenciones. Además en el caso de los peatones, la fluidez también se refleja en el que hecho de que no deberán esperar al semáforo, sino que tendrán toda la prioridad a través de los pasos de peatones".
Pero las ventajas que supondrá el cambio de semáforos por una rotonda, no quedan ahí, ya que además los conductores podrán realizar cambios de sentido en ambas vías, una maniobra que no permitían los semáforos, y que dará más facilidades a los conductores a la hora de llegar a sus destinos, disminuyendo los itinerarios.