Mucho te quiero, perrito, pero pan, poquito. La “apuesta” del Ayuntamiento de San Fernando por el flamenco, precisamente cuando ya ha comenzado el Año Camarón y no se sabe nada de la programación y mucho menos del Museo, es más de poses y fotos que de verdad.
Y si no que se lo pregunten a la empresa Flamenco de la Isla, que dirige Javier Chico Fernández que ha soportado sobre su economía toda una programación veraniega que pretende convertirse en un referente en pocos años –y lo está consiguiendo- pero a la que el Ayuntamiento debe todo lo que se programó bajo el nombre del municipio. Todo ello hasta prácticamente llevarla a la bancarrota.
Flamenco de la Isla comenzó organizando el festival de cuarenta días de duración sola y sin ayuda municipal y resultó un éxito el primer año. En el segundo, una vez que la rentabilidad política de este trabajo bien hecho que iba limando defectos a cada paso, el Gobierno municipal se aprestó a echar una mano y en la tercera edición el Ayuntamiento se ha montado directamente al carro. El problema es que no paga el billete.
El festival La Isla ciudad flamenca consta de una serie de actuaciones de pago que son responsabilidad económica de la organización, pero también se programan varias gratuitas en el Parque Almirante Laulhé, como las noches del cante y del baile, las dos más importantes y las más costosas debido a los artistas que se contratan.
En estas últimas es en las que el Ayuntamiento tiene que poner su parte –por eso son gratuitas- y así se comprometió, lo que se demuestra en las ruedas de prensa de presentación del festival y del balance en las que el Gobierno municipal es parte efectiva.
Ya se habían escuchado quejas por parte del empresario –que además completa el motor del flamenco en la ciudad que por fin ha comenzado a sonar con un plan preconcebido y a medio plazo, con la Asociación La Fragua- por la falta de pago. Esta vez ha sido en el propio muro del Conrado Rodríguez, portavoz del equipo de Gobierno municipal y responsable económico del Ayuntamiento quien se vanagloriaba de la bajada del paro en La Isla gracias a las políticas del PSOE.
“Bueno, en otros casos las empresas están a punto de cerrar por la falta de celeridad en los pagos del Ayuntamiento. Sobre todo proveedores que hemos confiado en este nuevo Ayuntamiento, y ahora mismo se les hunde. Yo llevo ya cuatro meses sin cobrar todas las acciones culturales realizadas en verano, y la verdad que estamos en quiebra. Propongo apoyar más a las empresas que existen”, dice Chico Javier Fernández quien además responde a la proclama política diciendo a Rodríguez que “si ha bajado el paro, es porque la gente intenta montar bares, y porque hay mucha gente que no va al paro a sellar ya por desidia”.
El caso de Flamenco de la Isla no es único. Bailaoras como Marisa Sainz también se han quejado de la falta de pago del Ayuntamiento de San Fernando y de los gastos que afronta una compañía confiando en que cuentan con un respaldo económico que luego no se paga a tiempo en el mejor de los casos.
Las empresas que participen en la organización de los actos del Año Camarón, pues, ya se pueden atar los machos y sobre todo exigir los contratos pertinentes del Ayuntamiento antes que arriesgarse a contratar. Aunque posiblemente para esos grandes fastos que se avecinan y que han sido acordados con la familia del cantaor pero de los que nadie sabe nada, hayan buscado a empresa de fuera de San Fernando para llevarse la mayor parte del caché. Las de aquí, si todavía queda alguna para esas fechas, contratarán las cuatro cosillas para rellenar. Y cobrarán a los seis meses.