Parece que la suerte no reme a favor precisamente para la fragata Numancia y sus 220 tripultanes a bordo. Las demoras en la vuelta a casa no paran de sucederse. Si en un primer momento, la fecha estimada para que el buque estuviera atracado en el puerto de la Base Naval de Rota rondaba el ecuador del mes de octubre, su vuelta se ha visto prolongada más de un mes. A mediados de noviembre, aún quedan alrededor de diez días para que estos navegantes pisen tierra española.
La Numancia vio su vuelta prolongada por dos sucesos que, desafortunadamente, obligaron a la fragata a mantenerse un mes más en el terreno. Por un lado, el incendio sucedido en el hangar de la fragata Santa María el pasado 7 de octubre y, una avería surgida en Yibuti que ha obligado a retrasar nuevamente su partida.
Sobre el incendio, las obras de reparación de la Santa María se prolongaron algo más de dos semanas impidiendo que la Numancia abandonara su misión en el Océano Índico en el marco de la Operación Atalanta. La Armada Española requería contra todo pronóstico mantener la presencia de los buques en aguas de Somalia, por lo que no fue hasta el 5 de noviembre cuando la Santa María partió finalmente, que la Numancia no vio el cielo abierto para despedirse del destino que había controlado desde el mes de junio.
Cuando la Santa María partió el pasado 5 de noviembre rumbo a incorporarse en la Operación Atalanta, se tenía previsto que ambas coincidieran para hacer el relevo en la bahía de Souda (Creta) cinco días después, el 10 de noviembre. Sin embargo, esto no fue así, ya que las labores de reparación en Yibuti no concluyeron hasta ese mismo día y un día después, el 11, el Estado Mayor de la Defensa anunciaba que el buque ya se encontraba rumbo a España después de haber sido reparada de una avería mecánica en el puerto de Yibuti. Según apunta el minsiterio de Defensa, para su reparación se emplearon personal y medios “específicamente enviados a la mayor celeridad desde territorio nacional”. Por lo tanto, se estima que en estos días realicen el relevo en la isla de Creta y que en cuestión de menos de diez días ya pueda atracar finalmente en la Base de Rota.
Como apunte, y echando la vista atrás al 10 de junio cuando los marinos de la Armada embarcados en la fragata Numancia despedían en un emotivo adiós a sus familias en Rota. Esa mañana, tuvieron la oportunidad de bajar del barco antes de zarpar para dar el último adiós a sus familias, algo que no se permitía desde antes de la pandemia. Parecía como si el destino supiera en ese momento que tardarían más de lo esperado en volver a abrazarse. Ahora, está de más decir, que el reencuentro será más que inolvidable para estos 220 efectivos y sus familias que han visto prorrogado su reencuentro nada más y nada menos que más de un mes, por el momento. Que se dice pronto.