La noche del sábado, como cada fin de semana, un grupo de ciclistas rondeños, casi todos miembros del Club Ciclista de la ciudad, volvieron a anunciar adonde irían la mañana siguiente para practicar el deporte al que dedicaban media vida. David y Paco eligieron esa ruta a Campillos que acabaría siendo fatal para ellos. Según han explicado algunos miembros del club a RONDA SEMANAL, una decena de ciclistas estuvo a punto de realizar ese mismo recorrido. Fatal recorrido. Finalmente marcharon cuatro esa mañana de Ronda en una misma dirección; dos de ellos tomaron, sin embargo, otro camino, mientras David y Paco eligieron aquel que les llevaría a toparse con la muerte. La carretera que une Antequera con Jerez, en dirección Jerez, tras el cruce de Campillos.
Eran las once y diez de la mañana. Sin que los investigadores hayan revelado por qué, el Ford Focus gris que conducía un joven de 21 años, F.B.O., acabó arrollando a dos ciclistas. Y Francisco Javier Fernández Gamero, de 55 años, y David Gallego Moreno, de 36, murieron en el acto. Ambos, rondeños. Fatal coincidencia, también lo es el autor del atropello.
Este jueves, la Guardia Civil reconstruía los hechos a la altura del punto kilométrico 108,800, donde tuvo lugar la fatal colisión. Se supo tras los hechos que el coche embistió por detrás a los ciclistas, pese a que en un principio trascendió que el choque fue frontal. No se sabe por qué. Los investigadores hablan de un despide. Y el impacto fue mortal.
El joven venía de El Saucejo, han dicho fuentes cercanas a su familia a RONDA SEMANAL. Otras fuentes apuntan a la cercana Osuna. Allí habría pasado la noche y, de vuelta a Ronda, la fatalidad le llevó a tomar un cruce equivocado, lo que le llevó a encontrarse pasadas las once con los ciclistas. Los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos tras recibirse varias llamadas en el servicio de emergencias 112, le practicaron la prueba de alcoholemia. Según el atestado, el joven pasaba el límite permitido. Tuvo que ser trasladado a un consultorio de Campillos con una crisis de ansiedad. Tras recuperarse, ingresó en los calabozos de la Guardia Civil.
La noticia sentó como un mazazo en Ronda. Una ciudad que disfrutaba de las migas del carnaval cuando se conocieron los hechos. Los corrillos formados en la Plaza de Los Descalzos ya hablaban, y no erraron, de quien fuera empleado de banca en Ronda y del joven trabajador de Aqualia. Dos familias destrozadas. Viudas e hijos. Pequeños en el caso de David.
EL DÍA DESPUÉS
El lunes Ronda parecía despertar de un mal sueño. Pero era cierto. El Ayuntamiento había decretado, a última hora del domingo, dos días de luto oficial. Las banderas ondeaban a media asta en el Ayuntamiento y en el resto de edificios oficiales. Concejales del Gobierno y la oposición anularon ruedas de prensa convocadas con anterioridad a los hechos: “Estamos consternados”, sólo dijo Mari Paz Fernández, la alcaldesa, ante los medios de comunicación, tras expresar las oficiales condolencias a la familia.
Los restos mortales de ambos ciclistas, desde Málaga, donde se les había practicado la autopsia, llegaron al Tanatorio El Niño Jesús pasado el mediodía. Las familias decidieron celebrar un funeral conjunto en la Iglesia de San Cristóbal. David se crió en ese barrio; a pocos metros de la Iglesia donde se ofició el sepelio. Cientos de rondeños acudieron a un funeral que hizo pequeño el templo. Cuando uno de los miembros del Club Ciclista Rondeño, tras salir ambos féretros, portó dos maillots en recuerdo de Paco y David, la multitud rompió en aplausos.
Entretanto, la jueza que se ocupó de la investigación, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Antequera, oyó al joven, y decretó su ingreso en prisión eludible bajo una fianza de 50.000 euros. Imputó al joven, inicialmente, dos delitos de homicidio imprudente en concurso con un delito contra la seguridad vial. Y el joven ingresó en la prisión de Alhaurín de la Torre, donde pasaría algo más de 24 horas hasta que su familia logró reunir el dinero para pagar la fianza. Este martes, en la noche, abandonó el centro penitenciario.
EL RECUERDO DE LOS RONDEÑOS
En el blog BiciCrítica Ronda se contaba cómo David, un auténtico enamorado de las bicicletas y de las clásicas ciclistas “se había marcado esta temporada hacer otra más, para este año la Milán-San Remo”. Paco llevaba 40 años montando en bicicleta, y sólo en 2012 había conseguido subir en 55 ocasiones el Puerto de las Palomas: “Le había diseñado a David las salidas dominicales preparatorias para conseguir con solvencia su ansiado objetivo”, en alusión a la citada carrera italiana.
Las redes sociales llegaron a hervir ante un asunto que no dejó de concitar opiniones, en determinados casos muy enfrentadas, ante quienes llegaron a enfrentarse por conocer a las víctimas o al autor del atropello. Hubo quien prefirió quedar al margen de tales terrible situación y lamentar los hechos.
Es el caso del club de Atletismo Kilómetro 1. Sus responsables dijeron a través de un escrito: “En nombre de todos los socios de nuestro club, queremos mandar todo nuestro apoyo a la familia de David y Paco, y a toda la familia ciclista rondeña, donde tantos amigos tenemos”.
La Peña Nos Vemos a las 7 en el bar hablaron de la pérdida de “dos verdaderos amantes del ciclismo”. Insistió este colectivo de ciclistas en que “es necesario insistir, seguir machacando que encima de las bicicletas van personas, con virtudes y defectos, pero que sólo tenemos una vida. Respeto a los ciclistas. Por poco que sirva, vaya el respeto y ánimo de este grupo de amigos para todos los familiares y allegados a quienes quitaron la vida mientras desfrutaban de su deporte favorito, el ciclismo”.
Ronda tardará en olvidar lo ocurrido. La historia reciente de la ciudad sólo recuerda una víctima ciclista en el asfalto. Hacía más de veinte años. Este febrero de 2013, sin embargo, será recordado como un mes negro entre los deportistas en bici.