Testigos de enfrentamientos de diversa índole y símbolos de poder en su día, estas armas se encontraban este miércoles depositadas tras las vitrinas de la Real Maestranza de Caballería de Ronda (Málaga) y entre ellas se encuentra el juego de pistolas de fuego que usó el escritor Vicente Blasco Ibáñez en algunos de sus lances.
“El juego del honor no estaba reconocido, era ilegal y estaba muy perseguido por la justicia”, explicó a Efe el director de la Real Maestranza, Ignacio Herrera de la Muela.