Las familias y empresas afectadas por las expropiaciones del metro de Granada en el tramo que discurre entre Albolote y Maracena han amenazado este viernes con impedir las pruebas de los trenes si la Junta no les abona los diez millones de euros que les adeuda por este concepto.

   En declaraciones a Europa Press, el portavoz del colectivo, José Hidalgo, ha explicado que los afectados registraron el jueves una carta ante la Delegación de Fomento de la Junta en Granada expresando su malestar por esta situación de impagos.

   Las expropiaciones se realizaron en 2006 para la construcción del metro en unos terrenos de suelo industrial situados en el Polígono Juncaril, si bien el acuerdo con la Junta no fue suscrito hasta mayo de 2010.

   Los afectados comenzaron a reclamar el pago a los seis meses de la firma de ese acuerdo, y, aunque han logrado reunirse en varias ocasiones con la delegada del Gobierno andaluz en Granada, María José Sánchez, y el delegado provincial de Fomento, Manuel Morales, aseguran que no han obtenido "más que largas".

   La veintena de empresas perjudicadas, pymes familiares, se dedican a la construcción, con lo que, a su ya maltrecha situación por la crisis económica, se suma el impago de esta deuda que las está dejando "ahogadas".

   Cuando se iniciaron las expropiaciones estas empresas tenían contratadas a unas 120 personas pero la falta de liquidez les ha obligado a reducir sus plantillas, según añade Hidalgo.
LAS PRUEBAS

    La Consejería de Fomento y Vivienda ha iniciado hace unos días la fase de pruebas de circulación de los trenes del metropolitano de Granada por el recinto de Talleres y Cocheras y el ramal técnico hasta la Estación de Cerrillo Maracena, en el término municipal de la capital granadina.

   Después de estas pruebas, cuyo recorrido se ha alargado hasta un kilómetro, el tren podrá recorrer en las próximas semanas los cuatro kilómetros que separan la primera estación del trazado en Albolote, Maracena, Talleres y Cocheras hasta Cerrillo Maracena.

   Con estas pruebas previas, los técnicos del metropolitano comprueban la correcta energización de la catenaria, así como la capacidad de tracción del tren, de frenado y otras prestaciones de la maquinaria.