Las siete víctimas mortales a causa de la infección por coronavirus registradas este sábado en la provicia de Cádiz elevan ya el número de fallecidos desde el inicio de la pandemia a 1.431. El drama ha azotado a la práctica totalidad del territorio, pero
dos municipios han conseguido, milagrosamente, más de un año después, evitar las muertes por Covid.
Durante los primeros nueve meses desde que se desata la alerta sanitaria,
Torre Alháquime ni siquiera notificó un solo positivo”, afirma Pedro Barroso, el alcalde. Con algo menos de 800 habitantes, el primer edil conoce las identidades y las circunstancias de cada uno de los 24 afectados por el coronavirus. “El primero de todos contrajo la enfermedad en el hospital de Ronda”, detalla, y explica que los infectados con más edad en una población donde
uno de cada cuatro vecinos es mayor de 65 años, fueron
una pareja de jubilados que precisó ingreso, pero se recuperó.
En
Benaocaz, la otra localidad que no ha tenido que lamentar ningún fallecimiento por la pandemia, los positivos, 44 desde que hay registros en marzo del pasado año, también se corresponden en su mayoría con
personas de mediana edad y jóvenes, que o bien se desplazan por motivos laborales a municipios cercanos o al instituto. La regidora, Ana Belén García, que precisamente dio positivo, admite que ha habido suerte porque los ancianos no han caído enfermos. “Se han seguido escrupulosamente todas las medidas de precaución, mascarilla, higiene y distancia personal”, subraya, pero admite que también es fundamental que “
somos 673 habitantes y el número de contactos es más reducido que en una localidad con más población”. El avance de la vacunación reduce el temor pero la incertidumbre sobre la recuperación de la actividad económica, en un pueblo eminentemente ganadero, pero donde el turismo cobra mayor peso cada vez, es total.
Las cifras publicadas por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) indican que
un tercer municipio, Villaluenga del Rosario, el de menor censo de toda la provincia, tampoco ha anotado ninguna víctima mortal. Consultado al respecto, el alcalde,
Alfonso Moscoso, asegura por el contrario que dos vecinos han perdido la vida a consecuencia de la pandemia.
Juan Antonio Córdoba, especialista en medicina preventiva y salud pública y responsable de la Unidad de Promoción y Vigilancia de la Salud del Hospital de Jerez, explica que, aunque hayan estado empadronados en Villaluenga,
residen fuera y, por lo tanto, están adscritos al distrito sanitarios correspondiente a su domicilio habitual.
Córdoba admite que los datos públicos podrían contener más detalle en el ámbito municipal como la edad pero subraya que
están perfectamente controlados por las autoridades sanitarias y debidamente codificados. De hecho, a partir de los registros de IECA, el también miembro del Grupo para la Investigación en Salud Pública de Cádiz (Gispca), elabora un mapa de mortalidad de la provincia en el que
destaca muy especialmente Alcalá del Valle, con 20 muertos y una tasa de 397 por cada 100.000 habitantes. El virus
ha causado estragos también en Setenil (9 víctimas mortales y una incidencia de 328 por cada 100.000 habitantes)
y Los Barrios (74 fallecidos y una tasa de 311).
La hipótesis con la que Córdoba se aventura a explicar las razones por las que están al frente de tan luctuoso ranking se debe a que Alcalá del Valle, Setenil y Los Barrios
han sufrido en la primera, segunda y tercera ola, respectivamente, brotes en residencias de mayores que se cobraron un número muy importante de fallecidos. Se da la circunstancia de que
Alcalá del Valle presenta la mayor tasa de contagios de toda la provincia, con más de 12.000 por cada 100.000 habitantes, pero
Setenil y Los Barrios, con una tasa en torno a los 7.000 y 6.000, no. “La letalidad (víctimas en relación a los positivos), ha sido mayor”, agrega.
Atendiendo al cruce de las variables disponibles, Córdoba advierte del
descontrol absoluto de positivos en Puerto Serrano, Villamartín, Castellar y Ubrique, especialmente afectados por la cuarta ola y que hasta ahora presentan las tasas más bajas de mortalidad. El especialista en medicina preventiva y salud pública confía en que
el avance de la vacunación, que protege ya a la práctica totalidad de los grupos más vulnerables por edad y pacialmente a los vulnerables por enfermedad y profesión de riesgo,
evite que se dispare en los próximos días la mortalidad.
Con respecto a
las grandes ciudades, indica que, en números absolutos, concentran, por contar con más población, el grueso de los fallecidos, pero los datos
en términos relativos no son especialmente elevados. Algeciras, con 218 víctimas, presenta la tasa más alta de mortalidad, 177 por cada 100.000 habitantes;
Jerez, con 307 fallecidos, tiene una incidencia de 144; y la capital, con 88 muertes registradas, presenta una de las tasas más bajas por cada 100.000 habitantes, 76.
Cádiz en su conjunto presenta una tasa, con datos del viernes, de 187, pero
la tercera ola se ha dejado sentir con fuerza. En relación con el conjunto de Andalucía, la provincia es la segunda en la región con un mayor incremento de defunciones entre enero y marzo con respecto al mismo periodo del año pasado. Si bien no todo se puede imputar al Covid, advierte el Instituto Nacional de Estadística, la
subida del 17,6% da una idea del impacto de la pandemia.