La prueba se realizó con éxito desde un submarino de la clase Dosan Ahn Chang-ho, el modelo de sumergible más reciente de la marina surcoreana
Corea del Sur lanzó un misil balístico desde un submarino (SLBM), un test realizado en aparente respuesta a la prueba de misiles balísticos realizada por Pionyang apenas unas horas antes.
Según informó la oficina presidencial surcoreana, el propio presidente Moon Jae-in estuvo presente en la prueba realizada en la sede de la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD), en el condado costero de Taean (unos 100 kilómetros al suroeste de Seúl), en el Mar Amarillo (llamado Mar del Oeste en las dos Coreas).
La prueba se realizó con éxito desde un submarino de la clase Dosan Ahn Chang-ho, el modelo de sumergible más reciente de la marina surcoreana.
La oficina presidencial se limitó a decir en un comunicado que el proyectil voló la distancia esperada y golpeó "con precisión" el objetivo marcado.
Esta no es en realidad la primera prueba exitosa que Seúl realiza de un SLBM, ya que fuentes militares filtraron a los medios que un primer ensayo satisfactorio tuvo lugar hace dos semanas.
Esto convierte a Corea del Sur en el octavo país con capacidad para lanzar SLBM, una lista que integran también Estados Unidos, Rusia, China, India, Reino Unido, Francia y Corea del Norte.
La capacidad para disparar SLBM amplía enormemente el alcance del arsenal balístico de Corea del Sur y lo hace mucho más peligroso, puesto que la naturaleza móvil de los submarinos hace que los lanzamientos sean difíciles de detectar.
"Poseer un SLBM es muy significativo de cara a asegurar la disuasión contra amenazas omnidireccionales y se espera que juegue un papel importante en nuestra capacidad autosuficiente de defensa nacional y en el establecimiento de la paz en la península de Corea", explicó la oficina presidencial en el texto.
La prueba llega horas después de que Pionyang disparara dos misiles balísticos que volaron unos 800 kilómetros antes de caer en el Mar de Japón (llamado Mar del Este en las dos Coreas) y parece una clara respuesta por parte de Seúl a lo que considera una nueva muestra de hostilidad por parte del régimen de Kim Jong-un.
No es habitual que Seúl responda en el mismo día con un test de armas a las pruebas realizadas por Pionyang.
Este intercambio se produce en un momento en el que el diálogo sobre desnuclearización sigue estancado desde la fracasada cumbre de Hanói de 2019.
EE.UU. ha insistido en los últimos meses en que se reunirá con Pionyang sin condiciones previas en cualquier momento y lugar para tratar de reavivar las conversaciones, pero por ahora no ha obtenido respuesta de Pionyang.