La Policía de Australia detuvo este sábado a un número indeterminado de personas durante una protesta en Sídney por las estrictas medidas implementadas contra la pandemia, mientras los casos aumentan a pesar del confinamiento.

Alrededor de un millar de manifestantes marcharon por el centro de la ciudad, la más poblada de Australia y bajo medidas de aislamiento desde el 27 de junio, vulnerando la orden de permanecer en sus hogares -salvo excepciones- vigente hasta el próximo viernes.

La concentración, sin el permiso de las autoridades, trató de bloquear el tráfico en algunas de las carreteras más transitadas de la ciudad y registró algunos enfrentamientos violentos, lo que propició la actuación policial para detener a algunos participantes.

La Policía de Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney, expresó en un comunicado que "reconoce y apoya" el derecho a ejercer la libertad de expresión y reunión pacífica, pero la protesta infringió las actuales órdenes de salud pública de la covid-19 y "la prioridad de la Policía es siempre la seguridad de la comunidad en general".

La autoridad sanitaria regional informó este sábado de 163 nuevos casos, el dato más alto desde que se detectara el brote a mediados del mes pasado.

Más de la mitad de los 25 millones de habitantes del país se encuentran bajo medidas de confinamiento a raíz del rebrote vinculado a la variante delta del virus.

A la citada sobre Sídney y las comunidades aledañas, se suman las implementadas hasta el día 27 en los estados Victoria, el segundo más poblado y cuya capital es Melbourne, que hoy registró 12 nuevos infectados; y Australia del Sur, con un nuevo enfermo.

Australia, que implementa una férrea y rápida política de confinamientos al detectar brotes del virus, acumula más de 32.500 casos y 916 fallecidos desde el inicio de la pandemia.