El juicio quedó visto para sentencia después de que el Ministerio Fiscal y las acusaciones particular y popular hayan leído sus conclusiones definitivas, en las que han mantenido su petición de 21 años de cárcel, por asesinato, atentado a la autoridad y tenencia ilícita de armas, al entender que las pruebas tienen la “fuerza” suficiente para solicitar una sentencia condenatoria.
“Yo no me matado a nadie, pero prefiero que me acusen de darle muerte a un tirano que de ampararlo políticamente, de resignarme como ciudadano”, dijo Mainar, tras darle la palabra el tribunal, ante el que dijo que sus declaraciones a la Guardia Civil son ciertas, como el pacto al que llegó con ellos para inculparse.
Recalcó en su intervención, de poco más de cinco minutos, que él no huye de la Justicia, sino que lleva años reclamándola, y calificó a Grima como un “oportunista”, a quien “la impunidad otorgada por la falta de control del Estado, convirtió en arrogante y despótico”, aseguró.