El Pentágono no detalló a dónde se desplazarán esos soldados, pero el diario The Wall Street Journal apuntó que Kenia y Yibuti podrían ser los próximos destinos
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha ordenado la retirada a principios de 2021 de los 700 soldados estadounidenses desplegados en Somalia, de los que un pequeño contigente será reubicado en naciones cercanas, informó este viernes el Pentágono en un comunicado.
Ese batallón será "reposicionado en países vecinos", de manera que Washington y sus aliados mantengan la capacidad de lanzar operaciones militares transfronterizas contra grupos violentos dentro Somalia, como el yihadista Al Shabab.
El Pentágono no detalló a dónde se desplazarán esos soldados, pero el diario The Wall Street Journal apuntó que Kenia y Yibuti podrían ser los próximos destinos.
El objetivo, explicó el Pentágono, es que "EE.UU. retenga la capacidad para realizar operaciones antiterroristas específicas en Somalia y recopilar alertas e indicadores sobre posibles amenazas" contra su propia seguridad nacional.
El Pentágono no ofreció una cifra exacta de los efectivos que saldrán de Somalia y tampoco detalló cuándo se producirá, aunque The New York Times aseguró que será el 15 de enero, solo cinco días antes de que el actual presidente de EE.UU., Donald Trump, ceda el testigo a su sucesor, el demócrata Joe Biden, que ganó las elecciones del 3 de noviembre.
En su nota, el Pentágono remarcó que, a pesar de la salida de tropas, "Estados Unidos no se está retirando o desvinculándose de África" y sigue "comprometido con sus socios africanos".
La misión de los soldados estadounidenses en Somalia, la mayoría de ellos parte de las unidades de operaciones especiales, es entrenar a las fuerzas de seguridad locales para luchar contra el Al Shabab, organización afiliada desde 2012 a la red terrorista Al Qaeda.
Ese grupo controla áreas rurales del centro y el sur de Somalia y pretenden instaurar en el país un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
La decisión de Trump forma parte de su política para sacar a Estados Unidos de "guerras eternas" y de reducir su presencia militar en el extranjero, algo que ya ha hecho en Irak, Afganistán y Siria, entre otros países.