Entre ellas se impone la prohibición total a las exportaciones e importaciones bilaterales, así como la entrada en Japón de navíos registrados en Corea
Japón decidió hoy prolongar dos años más sus sanciones unilaterales impuestas a Corea del Norte, como medida de presión para que se desnuclearice y resuelva la cuestión de los secuestros de japoneses, informó la agencia local de noticias Kyodo.
Estaba previsto que el período de aplicación de las sanciones finalizara este sábado. Entre ellas se impone la prohibición total a las exportaciones e importaciones bilaterales, así como la entrada en Japón de navíos registrados en Corea del Norte o que se hayan detenido en un puerto norcoreano.
Japón adoptó un conjunto de sanciones unilaterales sobre el país vecino en 2006 a raíz de sus pruebas de misiles y desde entonces las ha prorrogado en varias ocasiones, simultáneamente a las que aplica a Pyongyang el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU).
Con ello busca presionar al régimen de Kim Jong-un para que tome medidas específicas para la desnuclearización de la península de Corea, según lo acordado en sus cumbres con Corea del Sur y Estados Unidos, un compromiso que se encuentra en punto muerto ante el desacuerdo de Pionyang y Washington sobre la hoja de ruta.
La decisión también busca apremiar al régimen para que resuelva el tema de los ciudadanos nipones que secuestró entre 1977 y 1983.
Al menos 17 japoneses fueron secuestrados por Corea del Norte en aquel entonces para que actuaran como profesores de idioma y cultura nipona para los espías norcoreanos, según cifras oficiales de Tokio, que sospecha que el número real de raptados podría ser mayor.
Cinco de ellos fueron repatriados a Japón en 2002 y al menos uno reside en Pionyang, según comunicó el régimen en febrero, mientras que se desconoce cuántos de los restantes siguen vivos.
La cuestión de los secuestros es uno de los principales escollos para la normalización de los lazos entre estos dos países, que no mantienen relaciones diplomáticas.