El presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, publicó hoy una carta en la asegura entender las protestas en la calle y en la que se compromete a "organizar unas segundas elecciones presidenciales" para elegir a su sucesor.
La misiva ha sido hecha pública escasas horas después de que la prensa local informara de que un representante del mandatario, de 82 años, enfermo de gravedad y hospitalizado en Ginebra (Suiza), había depositado su candidatura para optar a un quinto mandato consecutivo en las presidenciales del próximo 18 de abril.
"Si el pueblo argelino me renueva su confianza, asumiré la responsabilidad histórica de hacer realidad su exigencia fundamental, es decir, el cambio del sistema", subrayó Bouteflika en su carta.
Un cambio que según el escrito comenzaría con la celebración de una "Conferencia Nacional Independiente" que allanaría el camino y serviría para convocar unas nuevas elecciones presidenciales en una fecha que no determinó.
"Me comprometo a no presentarme a esos comicios, que servirán para mi sucesión en condiciones claras de serenidad, libertad y transparencia".
Según el plan del mandatario, esa conferencia arrancaría justo después de las elecciones del 18 de abril y serviría "para debatir, elaborar y aprobar las reformas políticas, institucionales, económicas y sociales".
"Deberá constituir la base de un nuevo y renovador sistema del Estado argelino en armonía con las aspiraciones de nuestro pueblo" y sería el encargado de fijar la fecha para las siguientes presidenciales, agregó.
En su misiva, Buteflika propuso, además, la convocatoria de un referéndum popular que sirva para aprobar una nueva constitución que consagre el nacimiento de la nueva República y del nuevo sistema argelino".
La publicación de la carta y la presentación de la candidatura se produjeron a escasas horas de que se cierre el plazo para que los aspirantes presentaran sus expedientes y en medio de masivas manifestaciones populares en todo el país.
Además de Bouteflika, otros seis aspirantes han presentado su candidatura, todos ellos miembros de partidos de oposición con escaso apoyo popular.
Tres figuras importantes de la oposición han renunciando, sin embargo, a competir, entre ellas el exprimer ministro Ali Benflis, principal rival del mandatario argelino en las elecciones de 2004 y 2014.
Las otras dos son la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Luisa Hanun, y de Abdelrrazek Makri, líder del Movimiento Social por la Paz (MSP), el principal partido de tendencia islamista autorizado en Argelia.
Benflis, el PT y el MSP se suman así al boicot electoral instigado por las otras dos grandes formaciones de oposición, la Agrupación por la Cultura y la Democracia (RCD), y el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS).
Una vez se cierre esta medianoche el plazo de presentación de candidaturas, el Consejo Constitucional tiene diez días para examinarlas y validarlas.
En la presidencia desde 1999, el mandatario sufró en 2013 un agudo "accidente cardiovascular" que ya le impidió hacer campaña para las presidenciales del año siguiente.
Desde entonces no habla en público, se mueve en una silla de ruedas empujada por su hermano Said y sus apariciones públicas son inusuales, reducidas a las imágenes grabadas por la cadena estatal con motivo del consejo de ministro o de visitas de altos dignatarios extranjeros.
Hace un lustro que no viaja al extranjero y en los dos últimos años ha cancelado en el último momento por "recaídas de salud" reuniones ya confirmadas con altos responsables como la canciller alemana, Angela Merkel, o el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad bin Salmán.