Al menos ocho policías afganos murieron y otras once personas resultaron heridas por supuestos disparos del Ejército paquistaní efectuados desde el otro lado de la frontera, en medio de un aumento de la tensión política entre ambos países, según el Gobierno afgano.
En un ataque sin precedentes en los últimos años, el Ministerio de Exteriores afgano responsabilizó anoche en un comunicado al "fuego de artillería pesada de militares paquistaníes" de la muerte de ocho miembros de la Policía Nacional Afgana de Fronteras (ANBP, por las siglas del nombre en inglés).
Las fuerzas paquistaníes abrieron fuego el lunes en un distrito remoto de la provincia oriental afgana de Kunar, dijo Abdul Ghani Mosamem, portavoz del gobernador regional, al detallar que además siete policías y cuatro civiles resultaron heridos en el tiroteo.
Agregó que esas tropas también prendieron fuego a un bazar de un área fronteriza del distrito.
De acuerdo con la nota de Exteriores, el lunes se produjeron tiroteos "antes y después del mediodía", por lo que Kabul protestó ayer al país vecino por vía diplomática a través del embajador paquistaní en Afganistán, Sayed Abrar Husain.
"La continuación de estos movimientos va en contra de las regulaciones de relaciones internacionales y de los principios de vecindad y tendrá un impacto negativo en las relaciones entre los dos países vecinos", concluyó el departamento.
Los intercambios de fuego entre fuerzas afganas y paquistaníes no son comunes en la línea de Durand, la frontera de más de 2.500 kilómetros que separa ambas naciones, y el del lunes es el incidente más grave en los últimos años.
A principios de julio, un soldado afgano pereció en la provincia suroriental de Paktika por supuestos disparos paquistaníes, y hace un par de años dos militares murieron en Nangarhar, en el este del país, en circunstancias similares.
Pakistán ha intensificado los bombardeos en la zona fronteriza con Afganistán contra bastiones talibanes tras el asesinato el pasado fin de semana de un ministro regional y de otras 17 personas.
La agencia de inteligencia afgana acusó la semana pasada al Ejército y los servicios secretos de Pakistán de dirigir directamente a los talibanes, como parte de una guerra de terceros contra Kabul.
El presidente afgano, Ashraf Gani, exigió además a Islamabad que combata de forma decidida a los insurgentes en su suelo y rechazó su intervención en las negociaciones de paz entre Kabul y los talibanes, suspendidas de forma temporal recientemente.
