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Nepal recupera el pulso que paralizó el terremoto

En la capital nepalí los efectivos militares sacando cascotes y desechos de edificios emblemáticos y los grupos de rescates coreanos, japoneses o de cualquier otro país han pasado a formar parte de un paisaje urbano al que hoy regresaron los atascos de tráfico y el bullicio ante las tiendas

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Nepal recupera paulatinamente el pulso tras el terremoto que dejó hace una semana varios distritos devastados e importantes daños en Katmandú, donde los comercios vuelven a abrir, los campos de desplazados poco a poco se hacen más pequeños y continúan las tareas de rescate bajo los escombros.

En la capital nepalí los efectivos militares sacando cascotes y desechos de edificios emblemáticos y los grupos de rescates coreanos, japoneses o de cualquier otro país han pasado a formar parte de un paisaje urbano al que hoy regresaron los atascos de tráfico y el bullicio ante las tiendas.

Un 75 % de las personas que se refugiaron en los campamentos instalados por el Gobierno en Katmandú han ido abandonado las tiendas a medida que han pasado los días tras el seísmo, que ha dejado más de 7.200 muertos y 14.200 heridos según las últimas cifras oficiales.

El mayor campamento de la capital nepalí, el de Thudikel, da refugio todavía a entre 1.200 y 2.000 personas, aunque el lunes pasado albergaba a entre 9.000 y 12.000, aseguró una fuente militar que prefirió mantener el anonimato.

Entre los que aún permanecen está Prathima, una estudiante de 17 años, que no quiere abandonar el campamento porque su casa está dañada y prefiere esperar a que la tierra deje de temblar.

"No sabemos cuánto tiempo estaremos aquí", dijo a Efe, rodeada de 14 personas de diferentes familias.

Sin embargo, en Thudikel no solo se provee de una tienda de campaña china bajo la que guarecerse. Dos centros de recreo dan a 62 niños confundidos por una situación que no terminan de entender la oportunidad de tener una actividad mientras los colegios permanecen cerrados.

"Están con sus padres sin hacer nada y es importante que puedan encontrar un espacio", afirmó Padma, una puericultora de 35 años que se encarga de dar ocupación a los pequeños.

La oficina de Unicef en Katmandú alertó hoy del riesgo de que se produzca un incremento del tráfico de niños en Nepal tras el terremoto, y destacó el peligro de que problemas que ya existían en este país como la desnutrición se terminen agravando.

La jefa de Protección Infantil de Unicef en Nepal, Virginia Pérez, indicó en una entrevista con Efe que, según algunas de las primeras evaluaciones, en el distrito de Gorkha (norte) un 80 % de las escuelas están destruidas y manifestó que están trabajando activamente para prevenir enfermedades.

La directora del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Ertharin Cousin, aseguró hoy en Katmandú que "se ha abastecido con suficiente comida a 250.000 personas y más personas serán asistidas en los próximos días".

Cousin celebró la respuesta a los damnificados pero advirtió de que el próximo monzón, que llega en junio, "significa que el reloj está corriendo".

Mientras en Katmandú la duda está entre regresar ya o no, en otras zonas del país el recuento no es tan benigno.

De acuerdo con la ONU, la mitad de los 75 distritos nepalíes fueron afectados por el terremoto, y en Gorkha y Sindupalchok hasta un 90 % de las casas fueron destruidas.

Cinco miembros del Grupo de Montaña de la Guardia Civil comenzaron hoy las operaciones en Nepal con un sobrevuelo de reconocimiento por Langtang, zona en la que están localizados siete españoles desaparecidos y que según pudieron comprobar está "gravísimamente afectada" por el terremoto.

Los miembros de la Guardia Civil realizaron el primer sobrevuelo en Nepal, adonde llegaron ayer, con un viaje en el que alcanzaron hasta la cota de los 4.400 metros para bajar a continuación debido a que aún no cumplían con las condiciones de aclimatación a la altura, según indicaron fuentes cercanas a la operación a Efe.

El primer ministro del país, Sushil Koirala, afirmó hoy que no imaginó que Nepal sufriría un desastre del tamaño del terremoto y advirtió de que la situación de las víctimas podría empeorar si no son atendidas antes del monzón.

Pese a ello, el Comité Central de Ayuda en Desastres Naturales de Nepal ha acordado que abandonen el país los equipos de rescate extranjeros, que suman más de 4.000 efectivos de 34 países, al entender los procedimientos internacionales prevén que no permanezcan más de siete u ocho días.

"El Gobierno aún no ha tomado una decisión. El Comité ha hecho la recomendación al Gabinete", manifestó a EFE el portavoz del Ministerio del Interior nepalí, Laxmi Prasad Dhakal, quien comentó que de las 400.000 tiendas de campaña reclamadas a la comunidad internacional, solo unas 1.600 llegaron al país.

El Ministerio considera que una reducción de equipos extranjeros contribuiría a una mejor coordinación entre los efectivos locales.

De acuerdo con el último recuento oficial, el número de muertos alcanza ya los 7.250 y el de heridos asciende a 14.267 tras el terremoto de 7,8 grados que el 25 de abril azotó el país del Himalaya.

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