Los partidos del actual gobierno tripartito vasco no conseguirán la mayoría absoluta en los comicios autonómicos del 1 de marzo, mientras en Galicia los socialistas podrán seguir gobernando con los nacionalistas del BNG, según pronostica el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). 

En sendas encuestas preelectorales con motivo de las elecciones en el País Vasco –las primeras sin candidatos de la izquierda abertzale– y en Galicia, el CIS refleja un avance de los socialistas en ambas comunidades, a la par que un retroceso del Partido Popular. 

De hecho, este órgano también ha difundido su último barómetro electoral, según el cual el PSOE resiste los efectos de la crisis, con el 39,7% de voto estimado, y mantiene su empate técnico con el PP, que incluso pierde dos décimas. 

Además, este estudio consolida a UPyD como quinta fuerza nacional, con un respaldo del 3%, y su líder, Rosa Díez, ocupa el segundo lugar en la puntuación de dirigentes, sólo superada por el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. 

De confirmarse el pronóstico del CIS, el escenario político en el País Vasco tras el 1 de marzo cambiará sustancialmente a favor del PSE-PSOE, puesto que subiría de 18 a 26 escaños en la Cámara vasca. 

Por el contrario, el PNV obtendría entre 27 y 28 escaños, cuando en el 2005 sumó 29 representantes junto a EA, y la horquilla del PP, de entre 11 y 12 diputados, le supondría perder parte de los 15 actuales. 

Tras romper su coalición electoral con el PNV, Eusko Alkartasuna lograría al presentarse en solitario de tres a cuatro escaños, según el CIS, mientras que Aralar pasaría de uno a tres. 

IU-EB conservaría sus tres parlamentarios actuales y UPyD podría entrar en la Cámara Vasca con un escaño por Álava.
Con este panorama, las posibilidades de formar gobierno en Ajuria Enea serían diversas; el tripartito actual (PNV-EA-IU) no llegaría a la mayoría absoluta de 38 representantes, que sí podría formar holgadamente el PNV con el PSE-PSOE. 

También los socialistas vascos podrían gobernar, dejando por primera vez a los nacionalistas en la oposición, gracias a un acuerdo con el Partido Popular. 

En Galicia, la situación no cambiaría demasiado, aunque vería una subida del PSdG-PSOE de dos escaños, la pérdida de entre uno y dos diputados del PP y la posible pérdida de un escaño del BNG.