Los trabajos de retirada de escombros continúan y se han creado 332 asentamientos de tiendas de campaña en los que se alojan 1,5 millones de víctimas
El Gobierno turco ha elevado hasta 45.968 el número de fallecidos por los devastadores terremotos del pasado día 6 de febrero, y ha asegurado que no está ocultando datos, después de que el Colegio de Médicos haya dicho que sigue la incertidumbre sobre número real de víctimas.
"Cualquier cifra de la que dispongamos la compartiremos con nuestra nación", señaló el ministro del Interior, Suleyman Soylu, al actualizar anoche el número de víctimas en la provincia de Hatay, una de las más afectadas.
El ministro negó que la cifra real de fallecidos sea más alta que la oficial.
El Colegio de Médicos de Turquía afirmó hace tres semanas, cuando el recuento oficial de muertos era aún de 41.000, que unas 60.000 personas habían fallecido en los terremotos, pero indicó que presentaría un informe exhaustivo.
Ese reporte, publicado ayer, no precisó ninguna cifra total pero pidió a las autoridades que sean transparentes y aclaren los datos sobe cadáveres identificados y no identificados.
"Continúa la incertidumbre sobre el número de muertes relacionadas con los terremotos", se señala en ese reporte, en el que se pone como ejemplo que la cifra oficial de fallecidos en Kahramanmaras ronda las 6.000, mientras que en ese municipio se han contabilizado 11.000 enterramientos.
Con todo, esa discrepancia puede deberse a que no se hayan comunicado aún todas las cifras o a que hay fallecidos que han sido enterrados en regiones distintas a donde murieron.
Soylu dijo que entre los fallecidos hay 4.235 sirios que vivían refugiados en Turquía huyendo de la guerra civil en su país.
También aseguró que el Gobierno está luchando contra la desinformación y que las autoridades de delitos informáticos y la Fiscalía ha actuado contra los administradores de 613 cuentas en redes sociales, que 151 personas han sido arrestadas y 26 enviadas a prisión.
Los trabajos de retirada de escombros continúan y se han creado 332 asentamientos de tiendas de campaña en los que se alojan 1,5 millones de víctimas de los terremotos.
Además, el ministro señaló que más de dos millones de personas han abandonado las zonas afectadas en las que vivían.