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El correo extranjero, el último “apestado” en China por un posible contagio

El virus fue detectado en el exterior y el interior del paquete, que el paciente había recibido el 11 de enero, así como en la superficie de los papeles que con

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  • Uso de mascarillas en China. -

El miedo se ha desatado entre los compradores chinos después de que las autoridades sanitarias de Pekín afirmasen esta semana que el primer contagiado por la variante ómicron del coronavirus en la capital china se habría infectado tras recibir por correo postal unos documentos procedentes de Canadá.

El virus fue detectado en el exterior y el interior del paquete, que el paciente había recibido el 11 de enero, así como en la superficie de los papeles que contenía, según las autoridades.



El paquete llegó a la capital china tras pasar por Estados Unidos y Hong Kong y, dado que la persona contagiada no había viajado fuera de Pekín durante los 14 días anteriores a la aparición de síntomas, los investigadores concluyeron que un posible contagio a través de este paquete internacional "no se puede descartar".

Las autoridades sanitarias explicaron que la cepa de ómicron detectada en la persona afectada era similar a la que circulaba por Norteamérica y Singapur en diciembre y diferente a la de los brotes de ómicron detectados en China, en la ciudad de Tianjin (noreste) y la provincia de Henan (centro).

La televisión estatal CCTV recomendó a sus seguidores en redes sociales que "redujesen las compras de productos procedentes del extranjero y la recepción de correo internacional".

POSIBLE EFECTO EN LOS "PASAPORTES COVID"

Desde este miércoles, existen algunos testimonios en la red social Weibo, -similar a Twitter, que está censurada en el país- de personas que han recibido un paquete del extranjero y han visto las consecuencias en sus "pasaportes covid" (códigos QR sanitarios).

En China, estos códigos se muestran a la entrada de establecimientos comerciales, lugares públicos o eventos para dar fe de que uno no ha pasado por zonas de riesgo en las que se han detectado casos de covid.

Según el nivel de riesgo, se dividen en verde, amarillo y rojo, y varios residentes de Shenzhen (sureste) que recibieron paquetes del exterior han visto sus códigos cambiar a amarillo, lo cual les puede restringir la entrada en lugares públicos y oficinas o el embarque en medios de transporte.

De momento, no hay confirmación oficial de que los cambios en los QR se deban a la recepción de correo.

Las compras en línea de productos importados del extranjero son muy populares en el país: solo ZTO Express, una de las empresas logísticas más importantes de China, gestiona unos 120.000 paquetes diarios procedentes del extranjero.

Sin embargo, a juzgar por algunos comentarios en Weibo, algunos consumidores podrían aparcar sus compras internacionales durante un tiempo: "Es mejor no comprar nada para ahorrarse problemas", comentaba una usuaria; "No nos vamos a morir por no comprar nada del extranjero", apuntaba otro.

Otros comentaristas, en cambio, expresaban incredulidad: "Oficialmente solo se ha dicho que la posibilidad de contagio por correo no se puede descartar, ¿por qué cambiarían el código a amarillo?".

UNA TEORÍA POLÉMICA

No es la primera vez que China achaca algún rebrote a productos procedentes del exterior: la propia Pekín sufrió uno de sus peores rebrotes de covid en junio de 2020 y, según las autoridades, el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado desde Europa en Xinfadi, el principal mercado mayorista de la ciudad.

Instituciones como la Organización Mundial de la Salud y el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos apuntan que la probabilidad de contagiarse mediante contacto con un producto congelado es "muy baja".

Con respecto a la infección a través de un paquete internacional, las autoridades sanitarias de Canadá, de donde procedía el paquete presuntamente culpable del brote en Pekín, han asegurado que es "extremadamente improbable".

Incluso, el profesor de microbiología Emanuel Goldman, citado por el diario hongkonés South China Morning Post, declaró que "no hay ninguna posibilidad" de que algo así pueda suceder dado que el "virus no permanece vivo durante más de dos horas en superficies como el papel".

Sin embargo, el experto chino en desinfección Zhuang Liubo aseguró en medios estatales que es posible: "Un paquete procedente del extranjero puede contaminarse con una cantidad de virus relativamente grande. Después, operarios de la cadena logística pueden toser o estornudar, proporcionando saliva y esputo, material orgánico que protege al virus".

CONSECUENCIAS DE LARGO ALCANCE

Sea como fuere, la insistencia por parte de Pekín en que esta cadena de contagio es posible tiene consecuencias incluso en economías situadas en el otro extremo del mundo.

Desde el comienzo de la pandemia, China ha asegurado haber encontrado trazas de coronavirus en productos congelados como alitas de pollo brasileñas, camarones ecuatorianos o salmón europeo.

Además de despertar la desconfianza entre los consumidores, las autoridades chinas frecuentemente suspenden las importaciones de un producto cuando dicen detectar restos del coronavirus a su llegada a China.

Esta política ha perjudicado a países como Ecuador, donde varias empresas de exportación han sido sancionadas por China, castigo que en algunos casos solo se ha levantado gracias a negociaciones diplomáticas bilaterales.

Como ejemplo, en el caso de Ecuador, China ha llegado a comprar hasta un 62 % de los camarones destinados a exportación.

El país asiático sigue aferrado a su política de tolerancia cero contra el coronavirus, que implica campañas de pruebas PCR masivas a la población y confinamientos selectivos allá donde se detecta algún caso, además de mantener las fronteras prácticamente cerradas a visitantes extranjeros.

Según las cuentas oficiales, desde el inicio de la pandemia, se infectaron 105.411 personas en el país, entre las que 97.478 lograron recuperarse y 4.636 fallecieron.

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