El Gobierno británico pidió este martes "cautela" a la población de cara a las reuniones familiares de esta Navidad, pero ha descartado introducir más restricciones para frenar la expansión de la covid-19 y no tiene planes para convocar el Parlamento.
El secretario de Estado del Gabinete, Steve Barclay, dijo hoy a la radio LBC que las familias pueden continuar con sus planes navideños pero que lo hagan con precaución, tras indicar que él reducirá el número de familiares con los que pasará el 25 de diciembre.
Barclay agregó que la mejor manera de proteger a familias y amigos es "vacunándose con la dosis de refuerzo", así como "pensar cuánta gente necesitamos ver".
Asimismo, el secretario de Estado advirtió de que habría "consecuencias económicas" si hay nuevas restricciones y aclaró que no está prevista la convocatoria del Parlamento, actualmente en receso por la Navidad, para que apruebe nuevas medidas.
"Seguimos de cerca los datos (del coronavirus) y tenemos que reconocer que hay consecuencias económicas si hay más restricciones", insistió, después de que la hostelería viera canceladas reservas de fiestas navideñas y pidiera ayuda al Gobierno de Boris Johnson para hacer frente a este impacto económico.
El Ejecutivo impuso recientemente la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, así como presentar un pase covid, que demuestre que una persona está vacunada o tiene test negativo, para entrar en grandes eventos.
Sin embargo, los científicos consideran que el Gobierno debe dar un paso más y fijar más restricciones en Inglaterra, como lo han hecho otras regiones británicas, que piden limitar los contactos sociales a miembros de tres hogares distintos o el cierre de discotecas a partir de finales de este diciembre.
Según las últimas cifras oficiales, el Reino Unido registró ayer 91.743 nuevos contagios, lo que supone un ascenso del 60,8 % en los últimos siete días, así como otras 44 muertes.
Las hospitalizaciones subieron el 6 % en los últimos siete días.