El Regional de Málaga celebra la implantación del marcapasos 10.000

Publicado: 25/06/2019
Celebran la cifra alcanzada desde que este tipo de prótesis se comenzaron a poner en el centro hospitalario en el año 1975
El Hospital Regional Universitario de Málaga ha alcanzado la cifra de 10.000 marcapasos implantados desde que este tipo de prótesis se comenzaron a poner en el centro sanitario en el año 1975. Entonces, tenían el tamaño de una máquina de escribir y actualmente sus medidas no superan las de una caja de cerillas, ya que ha habido una gran evolución tanto de la tecnología como de las habilidades de los cirujanos cardiovasculares.

El delegado de Salud y Familias, Carlos Bautista; junto al director gerente del Hospital Regional de Málaga, Víctor Baena; el responsable de la Unidad del Corazón, Manuel de Mora; el jefe de servicio de Cirugía Cardiovascular, Fernando Calleja y la supervisora de la planta de hospitalización, Esther López, han presentado en rueda de prensa este aniversario para incidir en la actividad de la unidad así como en las mejoras que se han ido sucediendo en esta técnica.

Bautista ha aplaudido la labor del servicio al alcanzar esta cifra: "Esto supone haber dado calidad de vida, y años de vida, a muchos pacientes que no tenían otra alternativa". Así, el delegado ha agradecido la labor de los profesionales, desde los cardiólogos y cirujanos hasta la enfermería, celadores y personal de administración implicados hasta alcanzar la efemérides.

El director gerente del centro sanitario ha recordado que tras estos 10.000 implantes hay 10.000 vidas. "Se trata de una de las técnicas que más ha evolucionado en la historia reciente de la medicina a la que han sabido adaptarse todos los profesionales que trabajan en la Unidad del Corazón", ha apuntado.

Por su parte, el director de esta unidad ha mostrado la satisfacción de todo el equipo por llegar a los 10.000 implantes. "Para nosotros, estos números implican, no solamente ganar vida y calidad en la población que lo necesita, sino una amplia experiencia por el equipo quirúrgico, por lo que someterse a éste procedimiento en manos muy expertas, es una garantía de éxito", ha dicho Manuel de Mora.

La indicación de los marcapasos conlleva una serie de estudios diagnósticos en los que los cardiólogos determinan la necesidad de su implantación. De este modo, el director de la Unidad del Corazón apunta a que las patologías que normalmente requieren de la implantación posterior de un marcapasos son indicadas mayoritariamente por cardiólogos, aunque otros médicos pueden detectar su necesidad de implantación, como médicos de Atención Primaria, de Urgencias, o de Cuidados Intensivos, entre otros.

LA EDAD, UNA DIFICULTAD AÑADIDA

Respecto a la intervención quirúrgica, Fernando Calleja ha explicado que, si bien esta técnica es relativamente sencilla y tiene una baja incidencia de complicaciones, sí es cierto que los pacientes son complejos como consecuencia de la edad.

"La mayoría de ellos son ancianos que con los años sufren una degeneración del tejido de conducción cardiaco --nervios del corazón-- que originan un bloqueo de la actividad cardiaca y, como tal, un enlentecimiento de la misma que puede llegar a la propia parada cardiaca", ha explicado el cirujano cardiovascular.

Para la intervención quirúrgica es necesario contar con un quirófano dotado con todo lo necesario y esta suele durar alrededor de una hora. La técnica consiste en la introducción, a través de una vena próxima al corazón, de un cable recubierto de silicona que lleva en su extremo una cabeza conductora que se pone en contacto con el corazón (ventrículo derecho) y que al conectarse a una pila eléctrica, emite impulsos eléctricos que estimulan la contracción cardiaca, devolviendo al corazón su función.

"Una vez los pacientes salen de la recuperación posquirúrgica, la mejora es notable, tanto en calidad como en cantidad, ya que en primer lugar evita la parada cardiaca y en segundo lugar acelera la frecuencia del corazón pasando de 40 latidos por minuto a como mínimo el doble", ha explicado Calleja.

El doctor ha agregado que hay dos tipos de marcapasos: los convencionales y los fisiológicos, que normalizan la frecuencia cardiaca por completo según el ejercicio del paciente.

Por parte de enfermería, Esther López ha señalado que la complejidad de los pacientes de cirugía cardiovascular reside en su permanente monitorización. "Son los profesionales de enfermería los que durante las 24 horas de cada día están pendientes del paciente, registrando su ritmo cardíaco y evaluando su situación clínica y emocional. Al tener una alteración del ritmo cardíaco han de estar vigilados hasta la implantación del marcapasos", ha indicado.

Una vez el paciente ha sido intervenido, ingresa en planta, donde los profesionales de enfermería realizan un protocolo de actuación con recomendaciones y estudios diagnósticos para la valoración posterior por parte de los facultativos de que la implantación ha sido un éxito. A las 24 horas del implante, si ha sido bien, el paciente es dado de alta tras recibir pautas de educación sanitaria por parte de enfermería.

La implantación de los primeros marcapasos comenzó con el doctor Antonio Moncada en 1975, aunque el servicio de Cirugía Cardiovascular se constituyó en 1980 bajo la dirección de Norberto González de Vega. "La tendencia actual es realizar unos marcapasos que se parezcan lo más posible a la activad eléctrica del corazón, así tenemos los desfibriladores y resincronizadores (que son los marcapasos más complejos), y también los de doble cámara y unicámara", ha dicho Calleja, quien ha explicado también cómo actualmente se dispone de marcapasos sin cables.

La Unidad del Corazón del Hospital Regional Universitario de Málaga consta de 19 cardiólogos, ocho cirujanos y 26 profesionales de enfermería. Cada año atienden a más de 23.000 pacientes en consultas, operan a 1.132 pacientes en intervenciones mayores y hospitalizan a 13.090 pacientes.

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