El Real Cuerpo de Bomberos de Málaga exige a la Jefatura que los tenga en cuenta a la hora de adquirir los nuevos equipos de intervención que supondrán una inversión de más de 100.000 euros. Uno de los motivos que enfrentan a los bomberos con la Jefatura del Servicio es la vulneración de los derechos de participación recogidos en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y que han propiciado multitud de denuncias por parte del colectivo, antes incluso de iniciarse el conflicto.
Respecto al vestuario, denuncian que la última partida se compró ignorando la funcionalidad de los equipos, provocando estos últimos graves abrasiones entre los agentes a causa de una capa interior que erosionaba la piel. Además los equipos que actualmente están en uso carecen de arnés integrado anticaídas por lo que tienen que usar otro que es absolutamente incompatible con el chaquetón que los protege contra el fuego. Ello supone que en un incendio en vivienda si los bomberos tienen que acceder por la autoescala tienen que elegir si ponerse el arnés anticaídas o el equipo de respiración autónoma.
Un problema predecible si se prescinde a la hora de adquirir el material de la opinión de quien lo tiene que usar, lo que además es preceptivo por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Otro episodio similar se repitió cuando se adquirieron guantes de intervención sin consultar con los destinatarios y tuvieron que devolverse porque en pocas intervenciones se abrían todas sus costuras.
En el apartado de las inversiones, este año el consistorio ha recortado en un millón de euros la partida presupuestaria dedicada a bomberos. Otras denuncias presentadas por los sindicatos SAB y CCOO hacen referencia a la falta de medidas de prevención frente al cáncer que tiene una mayor incidencia entre bomberos a causa de la exposición a cancerígenos en los incendios y que se acumulan en los equipos de intervención sin que estos se limpien, falta de medios de protección obligatorias para el uso de herramientas como las motosierras, negativa a investigar los accidentes laborales, falta de las revisiones obligatorias en el material de rescates en altura, problemas con las comunicaciones, implantación de procedimientos sin formación o de imposible cumplimiento.