Los padres de la niña de tres años, desaparecida a finales de julio en Pizarra (Málaga), cuyo cadáver fue hallado horas más tarde en las vías del tren, han informado este jueves que han aportado al juzgado un avance de informe forense que "cuestiona que el fallecimiento de nuestra hija es accidental" y señala que la pequeña presentaba "dos lesiones" en la cabeza, "la primera, que es la que causaría su muerte, y la segunda que podría corresponderse a un golpe del tren pero que sucedería cuando la niña ya no estaba viva".
En rueda de prensa, los padres de la pequeña Lucia Vivar, Almudena y Antonio, han pedido que se investigue lo que dice en este avance de informe que habla de esas dos golpes "uno grande y otro pequeño", y que ha sido elaborado por los forenses Luis Frontela y Carlos Pérez Agua, estando pendiente de ampliación para lo que "es necesario documentación aún no aportada" al juzgado. Además, han señalado que están pendientes de que se determine la hora de la muerte, dato "fundamental" en este caso.
Así, han insistido en que se aclaren las circunstancias en las que se produjo la muerte de Lucia "y si se debió a una negligencia" en la organización de la búsqueda "o de no paralizar los trenes". Aunque, la familia también sostiene que la pequeña "no se fue por voluntad propia", ha señalado el padre, quien ha insistido en que "nos han arrebatado a nuestra hija".
Han reiterado que la muerte de su hija no fue accidental, como sostiene la principal hipótesis de la Guardia Civil, que apunta a que la niña recorrió más de cuatro kilómetros sola hasta el lugar donde fue hallado el cadáver junto a las vías del tren. "Si antes lo teníamos claro en un 99 por ciento, ahora lo tenemos en un 99,99 por ciento", ha asegurado la madre, apuntando el padre que "la niña no se hubiera alejado de su madre".
Por eso, han asegurado que seguirán "luchando y así nos cueste la vida, no pararemos hasta encontrar la verdad y hacer justicia", pidiendo apoyo para las dos concentraciones convocadas este viernes y el sábado en las localidades malagueñas de Pizarra, donde fue encontrado el cuerpo, y en Alhaurín el Grande, donde reside la familia.