El horario de verano impuesto  para el Museo de Bellas Artes  ha creado crispación entre PSOE y PP como se demostró ayer tras las declaraciones vertidas por el parlamentario andaluz y portavoz de Cultura del Grupo Popular,  Antonio Garrido, y la concejala del ramo en el Ayuntamiento de la capital, Gemma   del   Corral. Advirtieron  que   “nos encontramos ante  un  equipamiento cultural que ha contado con una inversión superior a los 40 millones de euros por parte del Gobierno central, a lo que la Junta sólo debía aportar la gestión”, y criticaron que “los más de 200.000 turistas que visitarán este verano el entorno de la Alcazaba y el Teatro Romano se encontrarán con un cartel que dice ‘cerrado por vacaciones”.
De este modo, Garrido señaló que “esta falta de gestión choca frontalmente con la estrategia de la capital, que ha ido directamente posicionada hacia el turismo cultural y como ciudad de museos”, indicando que “no entendemos cómo una de nuestras pinacotecas más importantes y que da muestra de la historia de nuestra ciudad vaya a estar cerrada en plena época estival por vacaciones”. Este “sinsentido” de la Consejería de Cultura, ha continuado, “no puede quedar sin una explicación clara, por lo que exigimos que nos expliquen los motivos reales y por qué no se ha hecho un esfuerzo que esté a la altura de lo que los malagueños y visitantes esperamos”, manifestó el parlamentario.
Ante las críticas lanzadas por la oposición,  la Junta de Andalucía admitió una falta de previsión pues "se han estado buscando otras alternativas" pero "no ha sido posible". Así lo señaló ayer el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, que alegó que la Aduana tendrá el mismo horario "que otros museos andaluces de titularidad de la Junta. Al igual que se sabe que cierran los lunes, el horario establecido de apertura en verano es por las mañanas".
Ruiz Espejo argumentó que, si bien se han examinado otras vías para solucionar el cierre, no se ha conseguido debido a que la inauguración de este equipamiento cultural “ha sido este mismo año”, que es “el primer verano” que afronta y que la dotación de personal “estaba así prevista”. 
Así, el Gobierno andaluz va a “ver un poco también qué evolución tiene este año, cómo van evolucionando el número de visitas y veremos para otro año si hay posibilidades de otras alternativas”.