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Málaga

Condenado a dos años de prisión por apropiarse del dinero de un piso que vendió como intermediario

El Tribunal ha considerado probado, en una sentencia, que el ahora condenado vendió una vivienda, situada en Mijas (Málaga), en febrero de 2011

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La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre a dos años de prisión por apropiarse del dinero de un piso que vendió en nombre de una empresa, que le autorizó para ello. También se le ha impuesto una multa y la obligación de indemnizar a la compañía.

   Así, el Tribunal ha considerado probado, en una sentencia, que el ahora condenado vendió una vivienda, situada en Mijas (Málaga), en febrero de 2011 por un importe de 89.000 euros. Dicho piso había sido adquirido previamente por la empresa en 1995.

   De este modo, según consta en la sentencia, el vendedor no derivó el importe que recibió por la venta a la compañía, a pesar de haber transcurrido ya más de cuatro años de la transacción. El hombre recibió en total una cantidad de 86.330 euros --al descontar el tres por ciento de la retención--, en concreto 60.000 euros mediante cheque bancario y 26.330 euros en billetes.

   Por este motivo, el responsable de la empresa le reclamaba dicha cantidad. El ahora condenado, quien cuenta con antecedentes penales por un delito de hurto de un vehículo de motor, reconoció en la vista oral que el encargo y la venta, pero se defendió alegando que por la transacción de la vivienda recibió un total de 60.000 euros.

   Para ello, aportó "sorpresivamente" como prueba un documento que lo acreditaba, si bien el escrito no explica la razón de la escritura pública de venta posterior, ni en virtud de qué poder actuaba, pues el apoderamiento tiene fecha del 22 de septiembre de 2010 y, sin embargo, el contrato que presentó es del 1 de junio de 2010.

   Además, "en otro alegato sorpresivo", según consta en la sentencia, justificó que aún retenía el importe de la venta ante posibles reclamaciones de Hacienda sobre el origen de los fondos con los que la empresa había adquirido el piso en 1995. Aunque, al ser preguntado por el paradero del dinero, se negó a responder.

   Por todo ello, la Sala lo ha condenado a la citada pena de cárcel, más una multa que ronda los 3.000 euros, y a indemnizar a la empresa con 86.330 euros, incrementada con los intereses establecidos.

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