Francisco de la Torre será, de nuevo, alcalde de Málaga. El regidor en funciones y candidato del Partido Popular ha firmado un acuerdo con el líder de Ciudadanos que le asegura su investidura este sábado. A cambio, se compromete a reducir un 50% por ciento los cargos de confianza, a bajar los impuestos y a ampliar sus políticas sociales.
Son algunas de las condiciones propuestas por Ciudadanos y aceptadas por el Partido Popular para mantener el gobierno de la capital malagueña. Los populares administrarán la ciudad en minoría, con 13 concejales, y dependerán de pactos puntuales con las diferentes formaciones con representación municipal para sacar sus propuestas adelante. Con la formación naranja como preferente, que no entra a formar gobierno pero se compromete a mantener un gobierno estable.
Los populares, como reconoce Cassá, han aprobado “gran parte de las propuestas”, pero no todas. De hecho, los cargos de confianza se reducirán al 50% y no al 90% como demandaba el partido de Albert Rivera al inicio de las negociaciones. De 37 a 17.
Ha sido un punto polémico, dentro de los 40 planteados. Ciudadanos pretende reducir cargos de confianza y establecer sueldos máximos para los mandos intermedios, de forma que ninguno de estos trabajadores gane más que el regidor, como establece la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. El límite está en 100.000 euros anuales.
Bajar los recibos de plusvalía, contribución o la tasa de apertura de establecimientos son algunos de los compromisos adquiridos por ambos partidos.
Los populares se han comprometido también a ampliar la atención social a los ciudadanos en riesgo de exclusión, a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de estos servicios, a fomentar las relaciones con la banca ética, crear un bonobús anual familiar y también a reforestar Málaga.
Otro de los requisitos establecidos por Cassá es que De la Torre permanezca como alcalde el mandato completo. Durante los próximos cuatro años.