Arritmia, taquicardia, irritabilidad, nerviosismo, insomnio y alteraciones del carácter son
algunos de los efectos del consumo de bebidas energéticas. Un
problema de salud pública que ha activado todas las alarmas entre los profesionales de la salud, porque está demostrado que
su consumo continuado puede provocar problemas de obesidad y afectar al rendimiento escolar.
El
40 por ciento de los estudiantes, cuatro de cada diez,
toman bebidas energéticas de “habitualmente”, según el último informe ‘ESTUDES’ de 2022, la encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanza Secundaria en España. Es una
cifra “alarmante”, ha indicado el presidente del Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga), Pedro J. Navarro, quien ha anunciado que
van a pedir a la Junta de Andalucía que prohíba el consumo y venta de bebidas energéticas a los menores de 18 años en la comunidad, como ya ha hecho Galicia.
La prevalencia es mayor entre los chicos (50,7 por ciento) que en las chichas (39 por ciento). Además, el
16,1 por ciento de los alumnos de 14 a 18 años mezcla estas bebidas con alcohol: “Es una
combinación explosiva”.
Navarro ha solicitado
reunirse con el delegado de Salud, Carlos Bautista, para plantearle la propuesta. “Queremos que se ejecute
con prontitud y que no se pierda tiempo”, ha deseado, porque es “responsabilidad de todos
proteger a los jóvenes de sustancias nocivas para su salud”.
Las bebidas energética
contienen grandes cantidades de cafeína, taurina y azúcar que
multiplican la dosis diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Por ejemplo, ha dicho el doctor, la
cafeína de una lata equivale a “tres cafés solos” y “triplica el consumo de azúcar habitual”.
Del mismo modo, desde Commálaga han lanzado
una campaña de concienciación, porque “hay mala información” y muchas personas “las confunden con bebidas isotónicas o refrescos”. Aunque está dirigida a la población en general,
se centra en las familias para que conozcan los “peligros de tener en casa” estos productos y para que restrinjan la ingesta entre los menores del hogar. Navarro ha denunciado que son bebidas “que tienen muy bajo precio, con una publicidad atractiva, y es un
problema que en los supermercados se distribuyan junto a otros tipos de bebidas”.
El presidente se ha mostrado “convencido” de que el resto de Colegio de Médicos de Andalucía y España se van a sumar a esta campaña, porque es un “proyecto ganador para proteger a los niños y niñas”.